En las zonas con un clima templado del planeta la naturaleza en su conjunto se va transformando. Entre el 21 de marzo y el 21 de junio hay un fenómeno singular, la primavera. Tal y como expresa la propia palabra, es la primera aparición del verde en el crecimiento de las plantas ( el primer verdor ) y surge de manera cíclica tras la estación invernal.
La estación primaveral tiene consecuencias muy diversas. Al incrementarse las horas de luz, los seres vivos se estimulan y, en consecuencia, se activa el instinto de la reproducción. Esta circunstancia, tiene consecuencias fisiológicas en el ser humano. De hecho, el estado de ánimo se altera positivamente y también puede padecer alergias por el efecto del polen. Otro de alteraciones más comunes es la astenia primaveral, un estado de cansancio físico que provoca falta de energía.
El significado de la primavera va a allá de sus aspectos naturales ( meteorológicos o fisiológicos ), ya que es un concepto con una gran carga simbólica. De hecho, la etapa de la juventud se equipara con la primavera. Decimos que alguien tiene 15 primaveras, lo cual significa que su etapa vital se parece a esta estación del año.
El lenguaje popular incorpora una gran variedad de frases, refranes o dichos que hacen mención a la primavera. En la mayoría de casos, se menciona como sinónimo de optimismo, vitalidad, energía o plenitud.
Desde un punto de vista artístico, la literatura y, especialmente la poesía, se ha ocupado de la primavera. En muchas ocasiones, se presenta como una metáfora de la vida. Así, los elementos primaverales representan un símbolo de lo humano. Cuando se afirma que después de la oscuridad y tristeza del invierno, llega el renacer primaveral, se está diciendo de manera poética que nuestro espíritu es similar a los procesos naturales.
El poeta Antonio Machado habla del milagro de la primavera en un soneto sobre un viejo olmo. Escribe este poema cuando su amada Leonor está luchando por la vida, ya que está aquejada de tuberculosis. Machado tiene la esperanza de que su joven esposa se recupere y anhela su curación, lo cual es expresado con una sugerente idea: el milagro de la primavera.
El lenguaje publicitario también recurre a esta estación del año y sus elementos característicos como símbolo de ideas y valores atractivos que pueden influir en el consumidor. Así, es muy frecuente que los anuncios se enmarquen en ambientes primaverales, con una luz y un colorido intenso.