La posesión es la toma de un determinado elemento o cosa. Desde el punto de vista jurídico puede decirse que es el derecho que compete a un individuo a utilizar una cosa determinada según lo considere conveniente, claro está, respetando los derechos de los demás. Dada esta circunstancia es necesario que en determinados órdenes la posesión de un determinado activo quede registrada legalmente a efecto de garantizar correctamente derechos como obligaciones. El concepto de posesión está, desde esta perspectiva, estrechamente ligado con el de propiedad, pudiendo ser esta privada o pública. Garantizar el respeto a la propiedad es de enorme importancia en cualquier sociedad y es por ello que es una circunstancia que debe estar perfectamente regulada.
Es difícil establecer de qué forma la posesión se regulaba en los tiempos primeros en los que la humanidad hizo su aparición. Quizá pueda decirse que en esta etapa la posesión estaba enormemente limitada y muchos de los elementos que hacían a un uso cotidiano se compartían. No obstante, cuando el hombre deja su condición de nómade, este tipo de circunstancia cambia sustancialmente. Recordemos que en este contexto el hombre desarrolla la agricultura y funda toda su actividad económica en esta práctica. Las tierras fértiles comienzan a tener una gran importancia en el sustento de la sociedad y es entendible que algunos buscaran tomar posesión de la misma. En este contexto, la propiedad comienza a tener un rol de gran relevancia, puesto que así como los propietarios de tierras intercambian su excedente de producción, otros individuos hacen lo mismo con la propia. La posesión de cosas se hace una condición indispensable de la economía.
Dado este nuevo orden de cosas, muchas sociedades comenzaron a legislar sobre la posesión de los elementos. Es así como podemos encontrar en el derecho romano una muestra categórica de la importancia que se daba al derecho a la propiedad. Esta importancia todavía se refleja en nuestros tiempos y, salvo excepciones, es respetada la posesión privada de las cosas. La eficiencia en la defensa de estos derechos es uno de los elementos que hacen a la calidad institucional, concepto de enorme importancia para el desarrollo de la economía. En efecto, pocas inversiones podrían hacerse en un país que tuviese poco respeto por este tipo de derechos, sería una situación considerada de mucho riesgo. Es desde esta perspectiva que una buena regulación de los derechos de posesión como asimismo una buena defensa de los mismos puede tener impacto positivo en la actividad económica.