Cada vez que degustamos un chocolate, nos acaricia un ser querido o incluso al comer tras un periodo prolongado de ayuna, sentimos placer. ¿Pero qué es esta sensación?, ¿de dónde viene?, y ¿cómo somos capaces de identificarlo? El placer es un estímulo externo que resulta en el gusto particular individual, aprobado por nuestro organismo. Y es que el cuerpo humano está diseñado para recibir placer en forma de impulsos nerviosos que llegan desde los órganos sensoriales hasta nuestro cerebro. Con órganos sensoriales estamos haciendo referencia a todos aquellos que poseen terminaciones nerviosas, como es el caso de la lengua, la piel, la nariz e incluso nuestros oídos. Y dentro de nuestro cerebro, el sitio donde se descifran todas estas señales es conocido como el sistema mesocorticolimbico.
Estructura y procesos del sistema mesocorticolimbico
Al escuchar el concepto de “sistema mesocorticolimbico” puede parecernos algo muy complejo de entender, sin embargo, no hay nada más lejos de la realidad. Este maravilloso sistema está compuesto por regiones cerebrales encargadas específicamente de procesar los estímulos externos placenteros y liberar sustancias neuroquímicas que producirán una sensación de bienestar a su portador.
Imaginemos al sistema mesocorticolimbico como un edificio compuesto por varios departamentos, y en cada uno se realiza una función vital. Entre estos departamentos (estructuras) encontraremos al área tegmental ventral, el hipocampo, la amígdala, la corteza prefrontal, y el núcleo accumbens.
Departamento de admisión (área tegmental ventral)
Al entrar al edificio del placer los estímulos tienen que pasar por el departamento de admisión, también conocido como área tegmental ventral, donde se encuentran neuronas trabajadoras que se encargan de recibir al estímulo y enviar la información a los departamentos de acción. La mayoría de las neuronas que se pueden encontrar en esta oficina son dopaminérgicas, lo que quiere decir que producen principalmente dopamina en respuesta a los estímulos que llegan a su oficina.
Por esto, es muy común leer en artículos científicos que el sistema mesocorticolimbico es dopaminérgico, ya que del departamento de admisión saldrán cientos de mensajes en forma de dopamina.
Funciones del departamento de acción (hipocampo, amígdala y corteza prefrontal)
Una vez que el estímulo pasó por el departamento de admisión y éste ya mandó sus mensajes en forma de dopamina, los mensajes bioquímicos activarán a las oficinas del departamento de acción. En la oficina del hipotálamo se modulará el comportamiento emocional y los impulsos que nos motivan a realizar alguna acción y se mandará el seguimiento a la oficina del hipocampo, amígdala o corteza prefrontal según corresponda.
La oficina del hipocampo se encarga de que los comportamientos inconscientes se lleven a cabo, es decir, que busquemos a un nivel inconsciente repetir la acción que nos generó el estímulo placentero. Entre los patrones de comportamiento que se expresan por el hipocampo no solo tenemos al placer, sino también a la ira.
La oficina amígdala, es la encargada por excelencia de producir advertencias, por ejemplo, en señal de dolor, temor, preocupación. Además, puede generar reacciones de recompensa y placer, principalmente en el ámbito sexual.
En cuanto a la oficina de la corteza prefrontal, es la encargada de llevar a cabo la toma de decisiones consientes, tomando en cuenta el placer que un estímulo nos provee se crean planes para poder volver a experimentar esa sensación.
Departamento central (núcleo accumbens)
Para concluir hablaremos del núcleo accumbens, en el que se integra la información y actividad de las demás oficinas. El mismo recibe proyecciones del hipotálamo, la corteza prefrontal, el hipocampo, la amígdala y el área tegmental ventral. Y es tan importante, que se ha encontrado que su acción integradora participa en la motivación de acciones básicas para la supervivencia, como lo son el apareamiento, la búsqueda de comida y/o bebida.
De este modo, observamos en este artículo el recorrido y el procesamiento del placer, que viene de nuestro cerebro y es producido por estímulos externos que activan una cascada de reacciones dentro de cada uno de nosotros.
Referencias bibliográficas
UNED, P. (2018). 03. Principios de Neuroanatomía y Neurofarmacología. Psicología UNED.Martín Bustos (2008), Nucleus accumbens and the motivational system of attachment. Revista chilena de neuro-psiquiatría.
Gonzalo Mantero Suárez, (2018), Sistema de recompensa del cerebro y neuronas del placer. Consultado 2022.