Cada ser humano es único e irrepetible, existen muchas personas en el mundo, sin embargo, no existen dos personas que sean iguales entre sí. Cada ser humano tiene su encanto personal, es decir, su modo de ser. Un carácter concreto que se muestra a través de la personalidad. Para conocer de verdad a una persona es importante dedicar tiempo a una relación con el objetivo de conocer mejor la personalidad de esa persona, es decir, sus valores, sus puntos de vista, sus actitudes y su modo de ser. Conocer a una persona de verdad es un proceso complejo porque también hay que partir de la base de que todo ser humano está en un proceso de evolución constante. Es decir, hoy eres el mismo que ayer pero al mismo tiempo, también eres distinto.
En la formación de la personalidad intervienen distintos factores, por ejemplo, la formación recibida, la influencia de la familia en la niñez, el entorno social… pero también existen factores internos. Cada ser humano puede comportarse de modo totalmente distinto ante un mismo hecho porque cada ser humano vive la realidad de acuerdo a su personalidad que está marcada por unos pensamientos, sentimientos y acciones concretas.
El modo de pensar, es decir, la forma de interpretar la realidad representa la parte intrínseca de la personalidad. Una parte que es personal e intransferible en tanto que ningún ser humano puede acceder a lo más hondo del pensamiento de otro ser. Por otra parte, las acciones representan la parte externa de la personalidad, las acciones son visibles, es decir, son observables y pueden verse por otra persona. De esta forma, las acciones también son reflejo de los pensamientos internos siempre que existe coherencia entre pensamiento, sentimiento y acción (las personas también pueden caer en múltiples contradicciones).
Conviene puntualizar que las relaciones sociales son muy importantes en el desarrollo de la personalidad adulta porque todo ser humano aprende y se perfecciona en el contacto directo con los demás. De hecho, la personalidad de un ser humano es una personalidad social, sin embargo, desde un punto de vista más concreto, existen personas más solitarias que otras.
A través de la introspección cualquier persona puede conocerse mejor a sí mismo con el objetivo de potenciar sus fortalezas al máximo y reducir las debilidades identificando las áreas de mejora. Además, también se debe educar el carácter para ser más feliz al mejorar la relación con uno mismo que es la base para tener una buena relación con los demás.
En el plano de las relaciones sociales puede ocurrir que dos personas con una personalidad muy distinta se sientan atraídas por esa diferencia que es enriquecedora. Pero también puede suceder que la afinidad sea un nexo de unión muy fuerte entre dos amigos.