Hay muchos rasgos personales que hacen a un sujeto quien es y que lo definen de manera única e irrepetible. Esos rasgos sirven para convivir con otros y llevar a cabo todas las tareas que hacen a nuestra vida cotidiana. Algunos de ellos nos ayudan a enfrentar mejor determinadas situaciones mientras otros nos ponen obstáculos o nos complican a la hora de avanzar y ser mejores. No hay duda alguna que la perseverancia es uno de los rasgos más importantes cuando uno desea lograr cosas, cuando uno se pone objetivos.
¿Cómo podemos expplicar este rasgo tan esencial para nuestra vida?
Para definir a la perseverancia es importante saber que la misma no es un don o un rasgo que a uno le cae o le es regalado, sino que en la mayoría de los casos la perseverancia se logra a partir del desarrollo de otras habilidades como la paciencia, la planificación, la tolerancia al fracaso, la seguridad, etc. Todos estos rasgos contribuyen a que una persona sea perseverante y que no abandone sus objetivos, sus deseos o búsquedas.
La perseverancia es aquella actitud que nos lleva a intentar determinadas acciones o actos y que nos dice que, aunque fracasemos, debemos seguir intentando hasta sentirnos satisfechos. Este tipo de actitudes son individuales y tienen que ver con nuestra forma de ser, con cómo hemos sido educados y también con qué tipo de experiencias hemos vivido a lo largo de nuestra vida. Se suele creer que aquellas personas que han enfrentado situaciones difíciles y han logrado sortearlas se vuelven más perseverantes y no abandonan o huyen de dolores o sufrimientos justamente por esas experiencias previas.
Por qué es bueno desarrollar un nivel alto de perseverancia en nuestras vidas
A pesar de que parezca una obviedad, es muy importante y útil para nuestras vidas desarrollar un interesante nivel de perseverancia y de energía para continuar nuestros proyectos o nuestro camino. Esto es así debido a que aquellas personas que tienen un bajo umbral de tolerancia al fracaso suelen abandonar sus deseos o sus búsquedas y esto contribuye a horadar su perseverancia, lo cual en definitiva termina siendo un círculo vicioso.
Si uno logra ser perseverante y comprometerse con los desafíos que se pone en su vida, es probable que aunque el resultado no sea el esperado, nuestro nivel de autoestima y confianza en nosotros mismos aumente y nos ayude a sentirnos mejor con nosotros mismos. La perseverancia es importante para el estudio, para enfrentar situaciones complejas, para el trabajo, para la convivencia familiar, etc. Nos lleva a no abandonar nuestros ideales y además a reforzarlos.
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