Surge imposible resistirse a la comparación con Evo Morales, con quien comparte cualidades e historias de vida similares… Algunas de sus señas particulares, como ir a votar a caballo y usar un sombrero de paja de ala ancha (chotano), forman parte de su folclore y de la fascinación política que despertó.
- 19/10/1969
- 12/1976
- 1995
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- 28/07/2021
- 12/2021
Nació en Puña, localidad integrante del distrito de Tacambamba, provincia de Chota, departamento de Cajamarca, en la sierra norte peruana.
Integró una numerosa familia de nueve hermanos, mientras que sus padres se dedicaron a la agricultura y permanecieron analfabetos.
Si bien muchas veces tuvo que compaginar trabajo con estudio, Castillo, logró superar las limitaciones educativas de sus progenitores.
Por otro lado, debió costearse gran parte de sus estudios con trabajo.
Es un ex rondero, tal como se llamó a los miembros de las rondas campesinas, organizaciones comunales de defensa, que surgieron de modo autónomo en las zonas rurales peruanas, a mediados de los años ‘70. Justamente estas regiones y sus pobladores han sido su base de apoyo político y sindical, y en este último tiempo, su impulso electoral.
Se recibió de profesor de enseñanza primaria e hizo un magíster en psicología evolutiva. Estudió en el Instituto Superior Octavio Matta. Además de enseñar las lecciones a sus alumnos, se preocupó porque estudien en un marco de higiene y contención: no solo les cocinó rico, sino que limpió las aulas.
Asumió como presidente del Comité de Lucha del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP) y luego como Secretario General de la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación de Perú.
Se casó con su colega Lilia Paredes Navarro con quien tuvo dos hijos, más la hermana menor de Lilia, a quien criaron como una hija más.
Adquirió notoriedad pública y mediática, luego de encabezar una huelga de docentes, en varias regiones del país, y que se extendió por unos 75 días.
La demanda básica fue un aumento para los docentes, aunque también se sumaron otros reclamos: pago de la deuda social, la derogación de la Ley de Carrera Pública Magisterial y un aumento presupuestario para el área de educación…
Anunció su candidatura a la presidencia de Perú a través de Perú Libre, una agrupación política de izquierda marxista. Uno de sus primeros anuncios fue que modificaría la Constitución de 1993, que viene de la época de Fujimori.
Parte de la opinión pública, la prensa, y hasta colegas no lo tomaron en serio, sin embargo, en las últimas dos semanas de la campaña electoral su figura creció fantásticamente y terminó imponiéndose como favorito para el ballotage.
Tras imponerse en la segunda vuelta, asumió la presidencia del Perú, en el marco de una sorpresa generalizada, ya que nada ni nadie pudo suponer, ni anticipar su triunfo.
Su principal propuesta como candidato, que luego reafirmó como presidente electo, ha sido la de desarticular por completo la política económica de Perú y plantear un absoluto cambio de rumbo en materia económica, con una mayor participación del estado. Considera que el rol de este debe ser mucho más activo en materia de regulación.
Específicamente es partidario de la nacionalización de sectores claves: las industrias minera, gasífera y petrolera.
Propuso aumentar los recursos a dos sectores que para él resultan ser claves para el progreso nacional: educación y agricultura.
Y quiere reformular algunos tratados internacionales que, según su creencia, limitarían el sometimiento a Estados Unidos.
Como fiel seguir de Mao, pone su lucha y la de su sector en términos de revolución, que debe empezar en el campo y trasladarse a la ciudad.
En la justicia también decidió impulsar cambios: eliminar el Tribunal Constitucional tal como se lo conocía hasta su asunción para que se integren nuevos valores que sean elegidos por el pueblo.
Se ha opuesto al matrimonio igualitario y al aborto, mientras que en materia de seguridad se asume impulsor de la mano dura contra la delincuencia.
Otra vez la sombra de la destitución se ciñó sobre un presidente peruano, y a pocos meses de asumir como tal…
El Congreso necesita 52 votos para aceptar el debate de juicio político contra Castillo, acusado por incapacidad moral.
Mientras tanto, él se defiende y acusa a quienes lo promueven de desestabilizadores y golpistas.
La congresista opositora Patricia Chirinos acusó formalmente al presidente de incapacidad para gobernar.
Keiko Fujimori, quien peleó cuerpo a cuerpo en el ballotage presidencial también se sumó al pedido de Chirinos.
Además de acusarlo de incapaz, le cuestionan reuniones poco transparentes con empresarios y funcionarios.
La inestabilidad política de Perú ha ido in crescendo en los últimos cinco años, si tomamos en cuenta que esta de Castillo sería la quinta moción para destituir un presidente en ejercicio: ya ocurrió con Pedro Pablo Kuczynski (2018) y Martín Vizcarra (2020).
Se necesitan 52 votos, y estarían asegurados los de 57 congresistas, lo que abriría el comienzo del impeachment.
Castillo deberá presentar un descargo en caso de que avance la causa, aunque se necesitan 87 votos para removerlo y la oposición no estaría en condiciones de conseguirlos.