Es un lugar donde no hay o existen bajos impuestos y controles exhaustivos a transacciones financieras, torándose un refugio para capitales anónimos o inversiones en modo de ahorro para después moverlos a cuentas rápidamente donde sean requeridas. Mientras se mantienen en estas cuentas, es posible generar dividendos interesantes, ya que las instituciones de estos países ofrecen atractivas tasas de interés y altos rendimientos. Esta atracción fiscal aporta el termino paraíso, donde el dinero pulula debido a las bajas tasas de impuestos que existen, en especial para capitales extranjeros. Otra cualidad, tal vez la principal, es que no exigen información sobre el origen del dinero.
Existen cientos de mitos tras estos lugares, partiendo de la idea de ser el destino preferido para guardar dinero ilícito, al puro estilo de una película de acción, a donde los delincuentes llevan una enorme fortuna para después usarlo en lujos desmedidos. Si bien es cierto que no se demanda una declaración fiscal por la introducción de grandes cantidades monetarias, también es importante destacar que existen ciertas leyes que requieren de cierta información.
Un saludable sistema financiero en busca de competencia
¿Porque es importante para estos países tener bajos impuestos? En muchos casos, son pequeñas naciones que deben competir en la captación de capitales internacionales para tener un buen nivel de reservas, un tipo de cambio estable y una economía en equilibrio, con una infraestructura productiva industrial y agrícola tan diminuta, que es necesario que compitan de esta manera internacional con bajos impuestos en todo aspecto comercial, fiscal y económico, logrando captar una gran cartera de inversionistas y compañías que tratan de disminuir costos de cualquier forma. Existen empresas que inclusive establecen sus domicilios fiscales en estos lugares por sus bajas tasas de impuestos, aportando oportunidades de crecimiento para la socieadad.
Sobresalen países como las Islas Caimán y las Islas Vírgenes Inglesas, naciones de poca extensión territorial como Andorra, Bahamas, Belice, Dominica, y Chipre, por mencionar algunos de los más reconocidos. Sobresalen grandes potencias económicas que también se consideran paraísos fiscales como Suiza, Holanda y Luxemburgo, en las que por su estabilidad financiera se ofrecen extremadamente bajas tasas de impuestos. Este fenómeno ha generado estudios donde se toman en cuenta elementos clave para la identificación de estos paraísos siendo destacadas en este ambiente instituciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Características de un paraíso fiscal
Es importante destacar que los países bajo esta clasificación suelen ser considerados por muchos analistas como cómplices de delitos fiscales, ya que apoyan a empresas multinacionales a evadir impuestos en sus zonas de origen, por lo que la OCDE y el FMI se encuentran en constante acción para la creación de una normatividad mundial con respecto al universo hacendístico y de recolección de impuestos. Para encasillar a un paraíso fiscal se tomen en cuenta algunos rasgos:
– Tener una hermética política en la en la información,. Este tipo de lugares gozan de tener poca transparencia en las acciones financieras, la autoridades locales no realizan investigaciones sobre la procedencia de los capitales y el dinero.
– La imposición en los impuestos es de carácter nominal. Esto se determina a modo de legislación, inclusive existen dos tipos de tributación, una para los ciudadanos y compañías locales y otra para los extranjeros.
Estas leyes favorables en contubernio con una gran cantidad de instituciones financieras y bufetes de abogados locales que aportan en mucho a la manipulación fiscal. Hubo casos importantes en cuestión de evasión fiscal y movimientos fraudulentos de dinero en estos países donde estas compañías ayudan a los inversionistas en crear empresas fantasmas, a dirigir el dinero en la evasión de impuestos y otras acciones. Uno de los más reconocidos en esta última década es el llamado Panama Pappers.
La OCDE también ha generado un índice de paraísos fiscales corporativos, el cual clasifica a cada país bajo las características antes mencionadas, realizado en base a la evolución de los sistemas fiscales y legales de cada país. Se califica del 0 al 100, donde el grado más bajo determina que no existe fraude fiscal alguno, en cambio, 100 implica la puntuación más alta para determinar que existe un ilimitado ambiente para realizar acciones fraudulentas sin restricción alguna. Este índice es una herramienta que ayuda a la legalización de prácticas ilícitas y a generar investigaciones importantes.