Tenemos la necesidad de medir, calcular y analizar todo tipo de datos. Para ello utilizamos unidades de medición, así como gráficos que representan unos valores numéricos. La oscilación es la variación de los datos dentro del marco de un espacio temporal.
Pensemos en un electrocardiograma. Es un instrumento que mide las pulsaciones del corazón durante un tiempo. El resultado final es un gráfico variable que expresa un comportamiento de este órgano, una oscilación que se refiere al ritmo cardíaco. Los valores que comunica transmiten información al especialista, que puede emitir un diagnóstico a partir de ellos. Este procedimiento es semejante al que ocurre con otras mediciones: bursátiles, valores atmosféricos, ondas de luz y, en pocas palabras, cualquier fenómeno cuantificable.
No todas las oscilaciones tienen el mismo modelo. Existen aquellas que son libres, es decir, las que su movimiento viene originado por una fuerza inicial que no se estabiliza hasta que interviene una fuerza contraria, que actúa debido al principio de rozamiento de la naturaleza. Por ello, la mayoría de las oscilaciones son amortiguadas, es decir, aquellas que su intensidad va disminuyendo con el tiempo porque la fuerza que las origina decrece. El primer científico que estudió este tipo de movimiento fue Galileo, quien observó la regularidad del péndulo y determinó las ecuaciones matemáticas que expresan sus oscilaciones periódicas.
La medición física de las distintas oscilaciones es una herramienta teórica que sirve para ser aplicada al movimiento en cualquiera de sus manifestaciones. En la medida en que todo está sujeto a cambio y alteración, es factible saber la intensidad, la regularidad y las variaciones que hay en cada proceso.
Si algo se mueve esto significa que tiene un ritmo y éste puede ser regular o irregular. Y conocer la regularidad o irregularidad de un fenómeno permite que podamos prever una realidad con antelación, intervenir en ella de una u otra manera. De nuevo un ejemplo práctico resultará de utilidad. Un entrenador de atletismo supervisa las oscilaciones de las pulsaciones de uno de sus atletas tras varias sesiones de un mismo tipo de entrenamiento. Los datos que recoge son negativos, pues la oscilación del ritmo se mueve por parámetros demasiado elevados. Decide cambiar el modelo de preparación y el resultado de la oscilación mejora significativamente.
Los arquitectos e ingenieros utilizan los principios del movimiento que crean las oscilaciones para edificar construcciones seguras, capaces de reaccionar adecuadamente ante las fuerzas de la naturaleza, principalmente el viento o los movimientos sísmicos.