El nombre de Nostradamus está estrechamente asociado al concepto de profecía y esto es porque justamente este hombre que se dedicó al mismo tiempo a la medicina y a la astrología supo ser en el siglo XVI el más renombrado autor de profecías. Fue tal la impronta que supo dejar con las mismas que hoy, cinco siglos después, siguen híper vigentes.
Entre las predicciones más trascendentes de Nostradamus se destaca el desarrollo de la Guerra Civil en España, el nacimiento y el poder que ostentarían dos personajes políticos como ser Napoleón Bonaparte y Adolf Hitler, o la explosión de bombas de Hiroshima y de Nagasaki.
Incluso sus defensores a ultranza afirman que todas las catástrofes que el predijo hasta el momento se concretaron y se espera por una de las más tremendas que es aquella que dice que en el año 3797 terminará nuestro mundo…
Michel de Nôtre-Dame era su nombre original, aunque se lo castellanizó de manera simple como Nostradamus y así es como lo reconocemos en nuestro idioma.
Su nacimiento se produjo entre el 14 y el 21 de diciembre del año 1503, en Francia, en el seno de una familia acaudalada de origen judío pero que luego se convertiría al cristianismo a causa de la presión que ejercieron las autoridades de Provenza para hacerlo.
A temprana edad demostró interés por la astrología, sin embargo, recién cuando se convierte en adulto comenzará a desarrollar su don como vidente, incluso, ya había terminado la carrera de medicina y se había recibido de médico.
Tras graduarse comenzó a trabajar como médico y tuvo una activa participación en la lucha contra la epidemia de peste. Esta afección se llevaría la vida de su primera mujer y de sus hijos.
Hacia finales de la década del cuarenta del siglo XVI se casa con su segunda mujer.
Por supuesto que cuando sus profecías y su popularidad como vidente se extendieron por todo el país, la gente acaudalada y que ocupaba posiciones políticas y económicas importantes se acercaron a él en busca de detalles precisos sobre sus vidas en el futuro. Catalina de Médicis fue una de sus grandes consultoras.
Falleció de gota a los 62 años, un 2 de julio del año 1566.