El nepotismo refiere a la acción que lleva a cabo un funcionario público al elegir a sus familiares para que ocupen cargos de la administración pública. El eje está puesto en que estas personas son elegidas simplemente porque forman parte del círculo íntimo del funcionario y no porque estén necesariamente más capacitadas. Por esta razón, en muchos países se considera al nepotismo como una práctica de corrupción, fundamentalmente porque limita el acceso a los cargos públicos a las personas capacitadas y porque constituye un abuso de poder por parte del funcionario en cuestión.
Historia del nepotismo
Si bien el nepotismo, entendido como la acción de elegir a personas del círculo íntimo para que ocupen cargos públicos, es una práctica que funciona desde la Antigüedad, el concepto surgió en la Edad Media para referir a la práctica institucionalizada que llevaba a cabo la Iglesia católica al elegir a miembros de las familias nobles para que ocuparan los altos mandos eclesiásticos.
De hecho, en este período, cada Papa tenía a sus “nipotes” (que significa “sobrino” en italiano) a los cuales les era otorgado el cargo de cardenal como una forma de perpetuar su poder ante la imposibilidad de dejar herencia filiar, sin tener en cuenta las capacidades particulares de cada sacerdote. Es de destacar que los nipotes no eran necesariamente los sobrinos de los Papas sino que principalmente se trataba de hombres provenientes de familiares nobles.
Debido a que en la Edad Media, la nobleza y la Iglesia católica se influían mutuamente, en un principio el nepotismo no estaba cargado de una valoración negativa. No obstante, la Reforma protestante puso en tela de juicio esta práctica para cuestionar a la corrupción papal. En este contexto, la Contrarreforma que llevó a cabo la Iglesia católica dio fin a las prácticas de nepotismo. No obstante, producto de las presiones de la nobleza, no fue hasta el siglo XVII que finalmente el nepotismo fue erradicado.
Características
Si bien en la actualidad el nepotismo se puede confundir con el favoritismo o el clientelismo, el mismo se diferencia porque cuenta con características particulares.
En primer lugar, la principal característica del nepotismo es que refiere a las relaciones de parentesco. En este sentido, el nepotismo establece el acceso a los cargos por una cuestión de lazos sanguíneos, sin tener en cuenta las capacidades individuales. Sin embargo, en este punto es preciso aclarar que lo condenable del nepotismo no es necesariamente que se le otorguen cargos públicos a familiares, sino que limite el acceso a los mismos a personas que sí están capacitadas, junto con el abuso de poder que se ejerce al conceder el trabajo a las personas del círculo íntimo haciendo. Por esa razón, en muchos países es considerado un acto de corrupción política.
Otra característica del nepotismo es que el mismo refiere a los cargos públicos. Si bien también puede extenderse al ámbito privado, en esos casos se trata de un problema particular. En otras palabras, el nepotismo aplicado en una empresa privada puede generar desconfianza en los trabajadores y un menor esfuerzo por parte de los mismos, pero de ninguna forma se trata de un problema para la ciudadanía.
Finalmente, el nepotismo no es solamente un problema ético que desmoraliza a la comunidad ciudadana (provocando en muchas ocasiones el desinterés por ocupar cargos públicos debido al difícil acceso a los mismos), sino que también implica una violación a los Derechos Humanos, fundamentalmente al artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece que todas las personas deben tener la posibilidad de acceder de forma igualitaria a los cargos públicos.
Ejemplos
Entre los ejemplos históricos de nepotismo, podemos mencionar:
• El tirano Pisístrato gobernó Atenas en el siglo VI a.C. El mismo, además de otorgar los cargos públicos a sus familiares, dejó el poder a sus hijos (Hipias e Hiparco) quienes fueron derrocados por sus prácticas tiránicas. Su derrota inauguró el período de la democracia ateniense.
• En el Imperio Chino, el nepotismo era muy común debido a su organización política basada en los clanes. De hecho, el filósofo Confucio escribió respecto de la necesidad de equilibrar la afinidad familiar con las capacidades individuales, al momento de elegir a una persona para que ocupase un cargo público.
• Napoleón Bonaparte, al conquistar España, delegó las funciones públicas de la península a personas cercanas a él. Sin embargo, el ejemplo fundamental de nepotismo en este caso es que nombró a su hermano, José Bonaparte, como rey de España.