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Definición de Neoclásico

Focus

El estilo neoclásico, o neoclasicismo, fue un movimiento cultural que se desarrolló entre mediados del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX, haciéndose notar en diferentes esferas sociales, políticas y artísticas. Su punto de partida se sitúa en una reacción contra los excesos cometidos durante el barroco, especialmente durante su última época: el rococó.

El neoclásico supuso una vuelta a los estándares de la antigua Grecia y Roma, buscando el equilibrio, la proporción y la armonía en el arte, y el triunfo de las ideas liberales en lucha contra la intolerancia en el mundo de la política.

Características del período neoclásico

La principal característica de esta época es la imitación de las antiguas obras griegas y romanas. La arquitectura y escultura neoclásica recogen esta tradición plasmándola en obras muy similares a las de aquella época.

Por el contrario, en la pintura, al no existir modelos clásicos que imitar, se toma como única referencia los antiguos relieves que en aquellos momentos ya habían perdido la práctica totalidad de su cromatismo, haciendo que su mayor influencia fuese en la línea temática a representar, sin aportar ninguna novedad en lo referente a técnica o sistemas de representación.

En el campo de la literatura la belleza se representa de una forma fría, sin alma, dando mayor protagonismo a la razón frente a los sentimientos. El reflejo más claro de todo ello fue el abandono de la producción lírica en favor de otro tipo de obras donde primaban los valores educativos y moralizantes frente a la fantasía y la imaginación.

Principales artistas neoclásicos

En la historia del neoclásico hay un nombre que destaca por encima del resto. Se trata del italiano Giovanni Piranesi, un grabador de gran importancia en la época, pero que ha pasado a la historia gracias a que se encargó de registrar los descubrimientos arqueológicos romanos que tuvieron lugar en aquellos años. Así, su obra es una colección de grabados donde se plasman antiguos monumentos romanos, sirviendo de referente a los demás artistas neoclásicos.

Entre ellos cabe hacer especial mención a dos en concreto. El primero sería el escultor italiano Antonio Canova, que en el culmen de su carrera sería el artista de cabecera de personalidades como el Papa o Napoleón Bonaparte. El segundo es el pintor francés Jacques-Louis David, pieza fundamental de la Revolución francesa y considerado como el líder artístico de la República Francesa, que posteriormente se convertiría en pintor de cámara de Napoleón Bonaparte, dejando para la historia el magnífico cuadro de su coronación.

Escrito por Juan Carlos García para la Edición #36 de Enciclopedia Asigna, en 02/2016.