Se denomina Némesis a una diosa de la antigua Grecia que se caracterizaba por ejercer la venganza ante actos moralmente reprochables. Por extensión, el término se utiliza para referir a una persona que ejercita la venganza o un acto de justicia. Para comprender el rol que esta deidad tenía en la mitología griega es menester tener noción de los valores y las conjeturas filosóficas sobre la que esta se asentaba; en suma, tener cierta noción de su idiosincrasia a nivel cultura. En efecto, en la Grecia de la antigüedad estaban presentes ciertos criterios morales de modo muy difundido, criterios que por cierto es interesante revisar; en estos se observaba a la desmesura como una falta importantísima y esta tenía serias consecuencias para quien fuese su autor.
En la concepción griega del mundo, el concepto de medida es de enorme importancia. No es casualidad que hayan tenido un gran desarrollo de la matemática y la hayan aplicado al desarrollo del arte. Esta valoración de la mesura, del orden, estaba también implicada en el plano moral. Así, cada persona tenía asignado un lugar en el mundo, tenía un destino y debía aceptarlo. Si esta circunstancia intentaba eludirse, si un hombre quería tener un destino distinto de aquel que le era impuesto, estaba destinado a ser objeto de la ira de los dioses. Némesis era la ejecutora de esa ira, era una justicia que se le imponía a aquellos que intentaron tomar un lugar que no les correspondía.
Un aporte importante para considerar la cuestión pueden ofrecerlo las tragedias griegas. En estas se expresaba en modo poético mucho de esta concepción del universo. En efecto, este tipo de obras tenían mucho más que un sentido estético, tenían una finalidad didáctica con respecto a la población, intentaban mostrarle las consecuencias que la desmesura tenía en la existencia. Así, en general estas obras harán referencia a personajes ilustres que excedieron los límites de lo que estaba impuesto a su condición; este tipo de accionar desencadenará una serie de reacciones que afectarán a todos los involucrados, llevándolos a una situación ignominiosa; este tipo de circunstancia era llevada a cabo por Némesis, que ponía al hombre en el lugar que le correspondía.
Como puede verse, Némesis, además de ser una deidad, era la personificación de esta justicia que se aplicaba sobre aquel que fue soberbio, que quiso ocupar un lugar que le estaba vedado. Sin lugar a dudas es una concepción profunda de la moral.