Definición
El muralismo mexicano fue un importante movimiento artístico surgido a principios del siglo XX. El mismo fue iniciado como programa de gobierno con el objetivo de favorecer la unidad nacional y educar al pueblo. Entre sus principales exponentes se pueden mencionar a Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
Este movimiento, tuvo un efecto significativo en el desarrollo del arte mexicano, a la vez que contribuyó a crear un fuerte sentido de identidad nacional en el país. Hoy en día, el muralismo mexicano forma parte del destacado patrimonio cultural y artístico de los mexicanos.
Contexto histórico
Luego del triunfo de la Revolución Mexicana, acontecida en 1910, el país se encontró atravesado por una intensa agitación política, social y cultural. En ese contexto, el presidente Álvaro Obregón, quien gobernó entre 1920 y 1924, se propuso reorganizar a México mediante la conciliación de distintas posturas contradictorias. Para eso, Obregón buscó promover la unidad nacional e incorporar a los sectores populares en aquella idea de nación.
Con ese objetivo, el presidente convocó al rector de la Universidad Nacional de México, José Vasconcelos, y lo nombró como secretario de Educación Pública. Desde esa posición, Vasconcelos creó un programa educativo que pretendía llegar a todos los lugares de México y abarcar a todas las clases sociales.
Entendiendo a la educación como una herramienta para favorecer la igualdad, su programa se basó en tres pilares principales: el libro, el maestro y el artista. En esa misma línea, se crearon misiones culturales que introducían a los maestros en las zonas rurales, se tradujeron libros clásicos para ser vendidos a precios accesibles y se financiaron diversos proyectos artísticos.
Respecto del muralismo, Vasconcelos convocó a artistas mexicanos para que pintaran su arte en murales públicos con el objetivo de educar el gusto, favorecer la igualdad social, y trasmitir ideas nacionalistas.
Características
El muralismo mexicano cuenta con una serie de características que lo diferencian de otros movimientos artísticos. En primer lugar, sus obras se proponen transmitir un mensaje social y político, haciendo hincapié en los valores de la Revolución Mexicana, la situación de obreros y campesinos, y la idea de progreso. Asimismo, son recurrentes las pinturas que relatan la historia de México, buscando establecer un vínculo entre el pasado y el presente mediante la recuperación del período prehispánico. De esta forma, si bien los pintores del muralismo mexicano se diferencian en sus estilos, todos ellos se relacionan a partir del contenido de sus obras.
Por otro lado, el muralismo mexicano se caracteriza por su monumentalidad, es decir que se trata de obras que tienen una gran escala y a menudo cubren paredes enteras buscando generar impacto visual. Es de destacar que, debido a que se trataba de una política de gobierno, normalmente estas obras fueron pintadas en edificios públicos.
Finalmente, otra característica del muralismo mexicano es que, como su objetivo es tanto pedagogizar como crear una identidad nacional, apunta a un público que no posee el hábito de ir a museos, borrando la necesidad de mediadores entre el público y los artistas. Este punto fue fundamental para trasmitir la historia y los valores mexicanos a una población que, en 1921, estaba constituida por un 71% de analfabetismo.
Principales exponentes y ejemplos de sus obras
Los tres principales exponentes del muralismo mexicano fueron los pintores Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Si bien cada uno de ellos contaba con su propio estilo artístico, los tres compartían el compromiso de utilizar el arte para comunicar un mensaje político y social.
• Diego Rivera (1886-1957): influenciado por el postimpresionismo y el cubismo, adaptó estas corrientes al arte mexicano prehispánico. Sus pinturas se caracterizan por el uso de colores vivos y por poner el foco en las luchas del pueblo mexicano. Algunas de sus obras más importantes son “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” y “El hombre controlador del universo”.
• David Alfaro Siqueiros (1896-1974): es conocido por su estilo dinámico y expresionista. Asimismo, su rol político se manifestó en la redacción de manifiestos y artículos en que expresaba sus opiniones respecto de la relación entre el arte y el cambio social. Entre sus obras destacadas se encuentran “Patricios y patricidas” y “El pueblo a la universidad, la universidad al pueblo”.
• José Clemente Orozco (1883-1949): a diferencia de los otros dos fundadores del muralismo, este pintor basó sus obras en el uso del blanco y negro. Las mismas responden a la difusión de valores universales, quitando peso a los valores nacionales. Algunas de sus principales obras son “Hidalgo incendiario” y “Prometeo”.