La monotonía tiene una parte real y otra psicológica. Algo es monótono cuando se repite de manera periódica. Así, hay cosas que se presentan con una regularidad constante, sin cambios y, en consecuencia, resultan monótonas desde un punto de vista objetivo. Veámoslo con un ejemplo sencillo. Estamos observando que un grifo gotea lentamente. Pasan los minutos y siguen cayendo gotas al mismo ritmo. Lo que está ocurriendo es un ejemplo de monotonía real. Dentro de esta regularidad, vale la pena subrayar lo que etimológicamente significa la palabra: un solo tono ( mono significa uno y tonía quiere decir voz ).
Cuando se manifiesta algo con la misma pauta, decimos que es monótono, como sinónimo de repetitivo o aburrido. En relación con el trabajo, es muy frecuente emplear este concepto, ya que su componente de regularidad es muy elevado: el mismo horario, en el mismo lugar, idénticos compañeros, situaciones muy semejantes, etc.
Sin embargo, normalmente se emplea este concepto para describir la sensación psicológica de alguien. Un mismo hecho, puede ser estimulante para uno y aburrido para otro. La monotonía es principalmente un estado de ánimo frente a lo que nos rodea. De alguna manera, cada día tiene el mismo esquema: 24 horas repartidas en dormir, trabajar y descansar. La sensación interior ante esta periodicidad tiene dos valoraciones opuestas: cada día es diferente al otro o todos los días son iguales. ¿ De qué depende una u otra opinión ? De nuestro estado de ánimo, nuestra personalidad o la manera de entender la vida.
Hay una película que explica muy bien el doble sentido de la monotonía ( Groundhog day o El Día de la Marmota en Latinoamérica ). El protagonista es un periodista que va a un pueblo para cubrir una noticia. Al día siguiente se despierta y el mismo día se repite exactamente igual y así todos los días. Ante este hecho inexplicable, el periodista se va transformando. Inicialmente se aburre con la repetición de los acontecimientos, pero lentamente va cambiando de actitud y decide afrontar cada jornada como si fuera distinta aunque no lo sea. Esta trama trasmite muy bien la contradicción de lo monótono: es evidente que existe cierta periodicidad aunque ,al mismo tiempo, somos nosotros quienes la valoramos positiva o negativamente.
La sensación de monotonía está estrechamente ligada a otras sensaciones: a la tristeza, al aburrimiento o la falta de motivación.