Se denomina monitor a una un dispositivo mediante el cual los usuarios pueden comunicarse con el ordenador recibiendo datos desde este. El mismo pasó por diversas etapas desde su nacimiento, evolucionando y ofreciendo continuamente nuevas mejoras, hasta llegar a la moderna tecnología led de la actualidad.
Un ordenador es fundamentalmente un centro de procesamiento de datos manejado por un usuario; esta relación implica necesariamente medios de entrada y salida de información, esto es, interfaces, siendo el monitor un medio de transmitir información asimilable por el usuario. Previamente a la aparición del monitor, esta comunicación se daba mediante distintas luces, y posteriormente mediante el teletipo. No fue sino hasta la década del setenta que los monitores tal como los concebimos ahora comenzaron a aparecer de la mano de la visión innovadora de IBM. Así, surgieron los monitores de tubo de rayos catódicos de un solo color, con la mera capacidad de mostrar texto, para luego dar paso a monitores con color y posibilidad de mostrar gráficos; ligados a estas mejoras se desarrollaron las tarjetas gráficas, capaces de plasmar los gráficos en el dispositivo, empezando por las CGA y pasando por la EGA, VGA y la SVGA.
Los monitores también variaron en la posibilidad de tamaño ofrecida al mercado, como también en su relación de aspecto. El tamaño de un monitor se mide desde uno de sus vértices al contrario y la relación de aspecto da cuenta de la relación entre el alto y el ancho del mismo.
Otro punto importante al considerar a un monitor, es la resolución máxima que pueden ofrecer y la manera que tiene de presentar los subpixeles. En este último caso, cabe señalar que cada pixel está formado por tres subpixeles de tres colores distintos: verde, azul y rojo; según el monitor, estos se organizaran de maneras distintas: triángulos o líneas.
Además de los píxeles, otros aspectos técnicos a considerar cuando se habla de un monitor son: el tiempo de respuesta o latencia, que mide el tiempo que le toma a un pixel pasar de un estado activo a otro inactivo; el tamaño de punto, que no es otra cosa que el espacio existente entre dos fósforos de un pixel y que da cuenta de la nitidez del monitor; el área útil o área utilizada para imagen; el ángulo de visión, o ángulo desde donde se puede ver la imagen sin que se vuelva borrosa; y finalmente la luminancia.
Es de esperarse que los monitores sigan evolucionando en el futuro y lleguen a mostrar mejoras impensadas en el pasado como consecuencia del proceso de innovación constante que experimentamos.