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- Doctrina teológica
- Aportes pedagógicos
- Influencia política
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- 18/02/1546
Nació en el poblado alemán de Eisleben y se crio en Mansfeld, en el seno de una familia dedicada a la labor de la agricultura y propietaria de minas.
Realizó sus estudios iniciales en la escuela latina de Mansfeld y luego continuó formándose en otros establecimientos educativos.
Comenzó la carrera de Derecho y se doctoró en la misma, cuatro años después.
Ingresó en el monasterio de los agustinos de la ciudad de Erfurt, y al año se ordenó sacerdote.
Se graduó como teólogo tras cursar la carrera de teología.
Viajó en misión al Vaticano, en representación de siete monasterios agustinos. Apreciar in situ la opulencia y la corrupción del clero romano lo indignaron y lo animaron a embestir contra la Iglesia Católica, exigiéndole una profunda reforma moral, que no llegó nunca, y que terminó desencadenando en el movimiento conocido como Reforma Protestante, que, sin dudas, modificó el estatus quo de la civilización occidental y de la propia iglesia.
Fue profesor de la cátedra de Teología Bíblica hasta su fallecimiento.
Expuso las 95 tesis o proposiciones, en la puerta de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg, escritas en latín, contra la venta de indulgencias que sostuvieron los Papas León X y Julio II para construir la Basílica de San Pedro en Roma.
Fueron traducidas al alemán y se difundieron rápidamente por todo el continente.
Fue investigado y condenado por la Iglesia y al año recibió la excomunión.
Fue convocado por el emperador Carlos V para que se retracte y ante su negativa fue condenado, sin embargo, el elector alemán Federico, el sabio, lo acogió en su castillo donde comenzó a traducir el Nuevo testamento, del griego al alemán.
Defendió a las autoridades alemanas en la Guerra de los Campesinos, a pesar de que estos últimos exigían mejores condiciones de vida y trato.
Se casó con Catalina de Bora, una exmonja que se convirtió en colaboradora y luego en esposa. Tuvieron seis hijos.
El principio fundamental de la Reforma Protestante fue justamente la justificación por medio de la fe, tomando protagonismo la frase de San Pablo: “el justo vivirá por la fe”. Esto implicó renunciar a todo tipo de iniciativa por parte del hombre y el confiado abandono en Dios. La certidumbre interior de la salvación.
También, esa justificación por la fe despojó de todo valor a las obras meritorias; las buenas obras no bastan por sí solas para salvar a nadie, sino que son el fruto y el signo de la salvación y no la causa de ella.
El hombre sin fe haga lo que haga, obra mal. Mientras que las buenas obras, que son el fruto de la salvación, no consisten en ritos y ceremonias, sino en obras de la convivencia civil. Todo hombre desempeña un trabajo mediante el cual sirve a los demás y ese será el único trabajo divino, la única obra con la cual el cristiano da testimonio de su fe interior.
Consideró que el libre albedrío es nada, lo excluyen la omnipresencia y la omnipotencia divinas.
Sostuvo que Dios predestina infaliblemente a los hombres a la salvación, en tanto, los que no predestinan se condenan.
Cabe destacarse que, la doctrina que elaboró hizo valer en el dominio religioso el regreso a los orígenes, que fue la misión fundamental del Renacimiento, haciendo que el hombre se empeñase en las obras de la vida.
Una de las primeras medidas del movimiento luterano fue la supresión de las órdenes religiosas y la confiscación de los bienes eclesiásticos por parte de los príncipes y feudatarios alemanes más potentados.
La afirmación del principio de libertad de conciencia y del sacerdocio universal exigió que todos y cada uno de los creyentes estuviesen en condiciones de leer y de interpretar directamente las Sagradas Escrituras.
Primero redujo los sacramentos a tres, y luego a dos: Bautismo y Eucarística, porque solamente estos habían sido instituidos por el propio Cristo como se da fe en la sagrada escritura.
La doctrina protestante ejerció una influencia notable en el campo educativo, promoviendo transformaciones sustanciales: afirmación del principio de instrucción universal; creciente fisonomía nacional de la educación en los diversos países que se plegaron a la reforma; formación de escuelas destinadas a las clases pobres; rechazo a la aplicación de castigos corporales; control total de la educación por parte de las autoridades laicas.
Promovió la creación de escuelas populares, de características prácticas y en lengua vulgar.
Su afán fue crear entre todos los fieles un profundo lazo cultural afectivo, a través de la estimulación de la música sacra y el canto religioso en coro.
Rechazó los métodos de enseñanza violentos; consideró que los niños deberían encontrar en el estudio igual o mayor placer que en los juegos.
Se apoyó muchísimo en el poder político emanado de los príncipes alemanes y también en las acaudaladas oligarquías financieras de las ciudades renanas, y así enfrentó las agitaciones sociales involuntariamente provocadas entre la pequeña nobleza, los campesinos, y los anabaptistas (rebautizan a sus adeptos por aceptar como válido solo el bautismo que se recibía conscientemente en la edad adulta).
Afirmó el origen divino del poder político, al que atribuyó, al mismo tiempo, el deber de ocuparse de la organización eclesiástica y de la educación del pueblo.
El luteranismo se difundió por zonas y reinos de estructura feudal (Alemania, los países escandinavos, Moravia, Polonia, Hungría y Transilvania).
Tradujo la Biblia y la fue actualizando con mejoras, hasta un año antes de su fallecimiento, que efectuó la última revisión.
Murió en Eisleben y fue enterrado en la iglesia del palacio de Wittenberg.