Un mapa es una representación de un territorio determinado. La disciplina que estudia los mapas y su representación gráfica es conocida como cartografía. Si bien la idea cartográfica de mapa puede entenderse en muchos sentidos, desde el punto de vista de la geografía existen dos modalidades de mapas: los físicos y los políticos.
¿Qué contiene un mapa político?
En primer lugar hay que indicar que todos los mapas están hechos a una determinada escala. Los mapas políticos son aquellos en los que se indica la división administrativa de los territorios, lo cual se realiza a través de una diferenciación de colores.
En un mapa político del mundo cada país presenta un color y las líneas que conforman el territorio de un país son sus fronteras políticas (en muchos casos las fronteras nacionales tienen relación con los accidentes geográficos de la naturaleza).
En un mapa político es posible visualizar el contorno de un país y comprender los límites de su soberanía política y las relaciones de vecindad con los países fronterizos
Por otro lado, en los mapas políticos se incluyen la división administrativa de las naciones (por ejemplo, en autonomías, provincias o departamentos).
Las principales ciudades son señaladas con un punto y la capital aparece con un punto de mayor tamaño. En algunos casos, estos mapas incorporan información complementaria, como las principales carreteras o puertos. La información geográfica también puede aparecer en los mapas políticos, pero siempre en un segundo plano.
¿Para qué sirve un mapa político?
Su principal finalidad es formativa y educativa, ya que los mapas políticos se estudian en materias como geografía o historia. La geografía de una nación condiciona su situación política, por lo que ambas áreas del conocimiento (geografía y política) necesitan de los mapas como herramientas. En este sentido para comprender un mapa político es necesario familiarizarse con el mapa físico o geográfico correspondiente.
El estudio de un mapa político permite comprender la situación geopolítica de una nación, es decir, de qué manera un país se proyecta al mundo. Hay que recordar que la historia de las naciones está condicionada por su ubicación geográfica y por sus fronteras políticas.
Por último, la comparación de los mapas políticos con otros mapas (por ejemplo, los geológicos, los climáticos o los topográficos) facilita la comprensión global de una nación.