Se denomina líquido a un estado de la materia que se caracteriza por ser fluido y viscoso. En nuestro planeta el fluido más fácilmente observable es el agua. Es un estado intermedio entre el denominado estado sólido y el estado gaseoso. Puede cambiar fácilmente de forma si se le aplica una fuerza. En nuestro mundo, toma la forma del recipiente que lo contiene por estar actuando sobre éste la fuerza de la gravedad; no obstante, si viésemos una gota de agua en el espacio exterior, en una situación de vació, veríamos que tiende a adquirir una forma esférica. Los líquidos también se caracterizan por la capacidad de adherirse a distintos tipos de materiales. Por analogía, también puede referirse a determinados comportamientos financieros en función de liquidez; así, puede hablarse de un activo líquido o de uno ilíquido.
Desde el punto de vista físico, la materia suele encontrarse en tres estados, a saber: gaseoso, sólido y líquido. Existe otro tipo de estado muy común, pero en otras partes del universo: el plasma. En los casos que nos competen, esto es, en los que podemos encontrar en la Tierra, puede decirse que su situación depende enormemente del calor al que el material en cuestión está sujeto. Así, existe por ejemplo un punto en donde cada estado puede pasar a otro.
La diferencia entre estos estados es el nivel que existe entre sus partículas. Esto significa que a un nivel microscópico, las partículas de un líquido estarán más separadas que las de un sólido pero a su vez más juntas que las de un gas. Dada esta circunstancia, es fácilmente comprensible la razón de su comportamiento.
Desde el punto de vista financiero, existirán diversas oportunidades en las que también habremos de escuchar el término “liquido”. En este sentido figurado, se intentará aludir al comportamiento que un activo específico tiene en un mercado. Así, la liquidez dará cuenta de la facilidad con la que podremos comprar y vender el susodicho activo. Así, por ejemplo, será más fácil comprar y vender moneda que un auto. La liquidez de un determinado activo se percibe cuando se observa la diferencia entre la punta vendedora y la punta compradora: mientras más pequeña sea esta diferencia, el activo será más líquido; así, por ejemplo, si vemos un bono importante, como los del Tesoro de los Estados Unidos, nos daremos cuenta que este puede comprarse o venderse con un diferencial muy pequeño, circunstancia que evidencia su liquidez.