Se denomina ley orgánica a toda ley que tiene una serie de requisitos definidos constitucionalmente para su emisión. Este tipo de leyes son propias de algunos países solamente, y en el caso de que sean permitidas, tienen una serie de restricciones en su establecimiento que guardan relación con la materia grave que suelen tratar; en efecto, en estos casos y dada la importancia que este tipo de leyes ostentan, se suelen establecer requisitos especiales, como por ejemplo una determinada cantidad de legisladores votándola positivamente. Una vez que ésta es aceptada, es difícil su modificación por las razones previamente esgrimidas.
Es común pensar que las leyes orgánicas tienen una relevancia intermedia entre la constitución nacional y las denominadas leyes ordinarias. Este tipo de creencia se funda en el hecho de que las leyes orgánicas tienen una serie de requisitos especiales que cumplir para su promulgación; además, suelen ser consideradas en términos generales a nivel constitucional, estableciéndose a que materias deben afectar. No obstante, desde el punto de vista jurídico, una ley orgánica tiene en general la misma jerarquía que una ley ordinaria. Esto significa que las leyes ordinarias no están sujetas a una ley ordinaria de modo análogo a como lo están a la constitución y a los tratados internacionales de jerarquía constitucional.
En la actualidad son muchos los países que incorporan esta variante en sus respectivas constituciones. El primero en poner de manifiesto este tipo de leyes fue el estado francés a mediados del siglo XX. Con posterioridad, otros estados tomaron nota de esta primera incursión y copiaron el procedimiento, por supuesto, considerando sus idiosincrasias.
La forma en que las leyes orgánicas deben legislarse está descrita en la constitución nacional del país respectivo. Esta forma prevé en general que la votación para llegar a una ley de estas características tenga cualidades extraordinarias. Por contrapartida, las leyes ordinarias carecen de algún tipo de requisito especial para legislarse; en estos casos basta con el hecho de obtener mayoría en las cámaras de representantes para que esta sea elevada al poder ejecutivo.
Como queda especificado, en general las leyes orgánicas se orientan a temas específicos, temas lo suficientemente sensibles como para requerir un tratamiento especial. En este sentido, la restricción funciona para que exista el suficiente consenso sobre la ley como para que se hayan dejado de lado cualquier tipo de diferencias. En efecto, esta circunstancia garantiza que la mayoría de las objeciones sean tratadas y superadas mediante el trámite parlamentario.