Se le conoce como “lenguas modernas” a los idiomas que hablamos las personas en la actualidad; su nombre se debe a la historicidad de cada uno y es una forma de decir que nuestra habla actual proviene de otra antigua, por ejemplo, el español es una lengua moderna que proviene del español o castellano medieval y este a su vez del latín.
Proceso evolutivo-dinámico de la lengua
Los estudios lingüísticos en torno al análisis y comparación de las lenguas nos permiten obtener conocimientos acerca de su pasado. Para comenzar a entender esto, es necesario establecer que las lenguas evolucionan, es decir, que cambian con el paso del tiempo. Por ejemplo, aunque nosotros hablamos español y sabemos que desde hace muchos años se habla esta lengua, hay palabras que se han agregado a nuestro vocabulario y que, probablemente, hace sólo 50 años eran desconocidas para los hispanohablantes. Si tuviéramos una máquina del tiempo y hace 40 años preguntáramos a las personas qué es “google” nadie habría podido contestarnos. Este tipo de términos son actuales y surgen de la necesidad y el contexto cultural de los hablantes.
Así también, el español proviene del castellano antiguo, el cual podemos observar en libros arcaicos como El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha o el Cantar de Mio Cid, de hecho, si leemos el texto original es posible que nos cueste entenderlo:
De los sos ojos tan fuerte mientre lorando
tornava la cabeça e estava los catando.
Vio puertas abiertas e uços sin cañados,
alcándaras vazías sin pielles e sin mantos
e sin falcones e sin adtores mudados.
Fragmento del Cantar de Mio Cid
A su vez, este español antiguo proviene del latín y, aunque hay evidencias de esta relación, también podemos notarlo por las palabras que usamos actualmente y que sabemos son provenientes del latín como: caballum, ahora caballo; parole, ahora palabra; force, ahora fuerza.
Sin embargo, también es necesario agregar que la evolución de una misma lengua, como el latín, puede derivar en más de un idioma debido a la separación territorial de los hablantes y sus diferencias culturales, por ejemplo, del latín se desprendieron las lenguas itálicas, llamadas así por su origen, entre ellas el osco y el falisco. Actualmente, a las lenguas itálicas que aún existen (ya que algunas, como las mencionadas, se extinguieron) se les conoce como lenguas romances, que es el caso del español, el francés, el italiano, el portugués, el rumano y otros.
Protoindoeuropeo
Varios estudios lingüísticos sugieren que ciertos grupos de lenguas ubicados en las regiones cercanas de India y Europa comparten un mismo origen, esta afirmación es posible gracias a la comparación minuciosa de vocablos de diferentes lenguas. Al realizar estas comparaciones, es posible notar que una misma palabra tiene formas muy similares en otras lenguas; estas similitudes permitieron la suposición de una lengua inicial hablada por un grupo de tribus nómadas provenientes de la región del Mar Báltico en el noroeste de Europa que se expandieron e influyeron lingüísticamente en los continentes asiático y europeo. A esta posible lengua se le conoce como protoindoeuropeo por ser un antecedente de la mayor parte de las lenguas habladas en dicha región.
La existencia de otras lenguas completamente desvinculadas entre ellas como el japonés, el hebreo, el árabe y el náhuatl confirman la teoría de una lengua madre como el protoindoeuropeo, pues la cercanía geográfica de estas lenguas y sus similitudes apuntan a un posible mismo origen.
Dentro de las familias de lenguas consideradas originarias del protoindoeuropeo encontramos a los grupos: anatolio, tocario, indoiranio, armenio, albanés, griego, itálico, céltico, germánico, eslávico y báltico.
Cognados
Los cognados son aquellas palabras que apuntan a un mismo significado y se asemejan en escritura y pronunciación a pesar de pertenecer a lenguas diferentes. Entre el español y el inglés encontramos varios cognados, por ejemplo, las palabras “activity” y “actividad” significan lo mismo y son similares en su forma. Esta semejanza puede deberse a un préstamo lingüístico (como es el caso de sandwich, fan o hobby) o ser un derivado de la relación entre dos lenguas emparentadas; en el caso del inglés y del español, podemos decir que su antepasado sería el protoindoeuropeo.
Los cognados que muestran esta similitud etimológica son más visibles en las lenguas que son más cercanas como es el caso de las lenguas romances:
Español: la familia /puente /fiesta
Francés: la famille/ pont/ fête
Italiano: la familia/ ponte/ festa
Portugués: a familia/ ponte/ festa
Referencias bibliográficas
Gómez, S. (2022). Cognados y falsos cognados. Obtenido de Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.Resnick, M., & Hammond, R. (2019). Introducción a la historia de la lengua española: segunda edición. Washington, D.C.: Georgetown University Press.