Todos nosotros vemos páginas web. Es más, os aclararé algo: ahora mismo, estáis leyendo estas líneas en una página web, donde están publicadas. Una página web consta de varios elementos, pero sin duda el que más salta a la vista (literalmente) es su diseño. Este puede basarse en algo ya previamente hecho y estandarizado, o bien ser realizado a medida.
Maquetar es dar el aspecto a la página web
Normalmente, podemos maquetar el aspecto de una página web directamente en lenguaje HTML, que es el que se utiliza como estándar para que las páginas puedan ser interpretadas y renderizadas por los navegadores, o generando esta maquetación con varias tecnologías mezcladas, siempre tomando como base el lenguaje HTML.
Para los sistemas gestores de contenidos (CMS, por sus siglas en inglés) como WordPress o Movable Type, podremos configurar el look&feel de la página (su layout) gracias a plantillas pre-establecidas que, a posteriori, pueden ser personalizadas mediante técnicas de programación.
En diseño de páginas web también hay modas
El layout de las páginas web también está sujeto a las modas fruto de la evolución tanto de estándares como de los propios criterios estéticos y las necesidades de los internautas fruto del avance en los servicios online.
Hubo una época, hace no tantos años (pese a que algunos) en la que las páginas web debían ser cargadas de elementos, tanto gráficos como de texto. Cajitas para búsqueda o lo que fuera, e iconos para todo, incluyendo hasta las funcionalidades más inimaginables.
Incluso si nos remontamos a las primeras eras de la Web, en materia de páginas personales (la época en que reinaba Geocities), la tendencia era la de cargar las páginas con toda suerte de animaciones. Fue la época en la que reinaron los GIFs animados, un formato que, curiosamente, ahora vuelve a estar de vuelta.
Los smartphones lo cambian todo
Afortunadamente para nuestra tranquilidad visual, las actuales tendencias en el diseño de páginas web son más simplificadoras, minimalistas, en el sentido de que prima la máxima “más es menos” y, por lo tanto, no incluyen tantos elementos gráficos, dejando parte de la página en blanco.
Además, la irrupción de los dispositivos móviles como smartphones y tablets, y de otros como los televisores inteligentes, todos ellos con sus tamaños de pantalla diferentes y sus formas distintas de trabajar, han introducido un nuevo elemento en el diseño de las páginas web, y es el tener que dejar la página preparada para que se adapte al dispositivo concreto y tamaño de pantalla con el que irá trabajar.
Es lo que se denomina “diseño responsive” (traducido muchas veces como responsivo), y que se traduce en el hecho de que veamos la página en la pantalla que la veamos, el diseño se adapta dinámicamente al tamaño de esta para resultar de cómoda lectura y consulta al usuario.
El diseño de una página web acostumbra a incluir elementos como los colores que dominarán, la tipografía (tipo de letra, fuente), el tipo de imágenes, los iconos, y otros elementos que saldrán como vídeos y animaciones. Estos elementos están de acuerdo a la función que deban desempeñar y a la orientación que se quiera dar a la página.