Se llama lago a una extensión de agua dulce que se encuentra separada del mar, y que no tiene conexión con él, es decir, se diferencia de los ríos porque éstos delinean un curso que en general desemboca en mares. No es éste el caso de los lagos, que por otra parte, sí recibe en muchos casos el aporte de agua de los ríos, aunque en otros casos el mayor aporte de caudal de agua se deba a las lluvias que se producen sobre el lago mismo.
En algunas ocasiones existen grandes lagos, de mucha extensión y que se denominan mares cerrados, como el caso del Mar Caspio en la zona del Cáucaso (entre Europa y Asia). Sin embargo, es confuso cuándo se habla de mar cerrado y cuándo de lago, pero lo que es común a todos es que ninguno de ellos tienen salida a lo que propiamente se llama un mar en geografía.
Los lagos están formados en depresiones del relieve, que se han desarrollado por diferentes procesos geológicos, aunque en algunas ocasiones, se han creado lagos, de la mano del hombre, como en el caso de las represas hidráulicas.
También es importante reconocer cuál es la diferencia entre un lago y una laguna: bien, la definición de lago ya la hemos establecido, pero ¿y qué es entonces una laguna? La laguna es una extensión de agua, pero que se encuentra en estado de estanque, por lo cual, no tiene desagote, como sí lo tiene el lago. En este sentido, la única manera que tiene una laguna de desagotar el agua que conforma su cuerpo es mediante la evaporación producida por los rayos solares al contacto con ella.
Los lagos son una atracción turística que permite la pesca deportiva, la realización de deportes acuáticos y la natación. Hay lagos que son mundialmente famosos, ya sea por su extensión o también por una especie de historia/leyenda que se ha tejido en torno a su existencia. Si hablamos de lagos conocidos por su tamaño, el Lago Titicaca ubicado en Perú es uno de los más visitados anualmente por turistas que llegan desde todas partes del mundo a esa latitud del planeta para apreciar la belleza del Titicaca.
En el caso de los lagos conocidos por historias/leyendas, citaremos el Lago Ness ubicad en Escocia, como así también (aunque algo menos conocido) el Lago Nahuel Huapi, ubicado en Argentina. Ambos comparten una característica, más allá de las particularidades geológicas y físicas de cada uno: la leyenda popular cuenta que en la profunidad de sus aguas se aloja un monstruo que nadie hasta el momento ha visto.