Es claro que uno de los términos o ideas más difíciles de definir para el ser humano es aquel que hace referencia a la Nada. Aunque en un principio pareciera fácil y podría simplificarse rápidamente señalando que la Nada es la ausencia absoluta de cosas, ese vacío es difícil de mesurar y tanto desde la filosofía como desde diferentes ciencias el análisis de este término ha llevado a siglos de debates e intentos de resolución.
La idea de que la Nada existió antes de que todo exista nos remite a la idea del Big Bang o explosión primigenia
En los últimos tiempos, los científicos han dado con la resolución de cómo fue el origen del universo. A esto lo llamaron Big Bang, en alusión a la enorme explosión que según los estudios hubo en el universo y a partir de la cual fue posible que con muchos millones de años se diera la vida en el planeta Tierra. Ahora, la pregunta difícil y muchas veces imposible de resolver es: ¿qué había antes del Big Bang?.
La respuesta a este cuestionamiento bien podría ser la Nada. Pero, ¿qué es la Nada? ¿Por qué de repente empezó a haber algo? ¿De dónde surgió esa explosión? Todas estas cuestiones son de difícil resolución y la ciencia no puede resolverlas fácilmente. En este aspecto muchas veces la filosofía ha intentado reflexionar sobre la Nada y la ha definido como la ausencia de existencia, aunque esta no sea la única versión de esa respuesta.
La filosofía existencialista le da entidad a la Nada como una cosa más y pasa a tenerla en cuenta dentro de las posibilidades del mundo conocido
Aunque el término ‘Nada’ se usa comúnmente para referirse a situaciones en las que hay ausencia de algo (por ejemplo, cuando decimos «aquí no hay nada»), para la filosofía, la teología y otras ciencias la discusión es mucho más profunda.
Los filósofos de la duda, aquellos entre los que podemos mencionar a Kierkegaard, a Freud, a Marx o a Nietzsche, más los filósofos existencialistas como Sartre han intentado definir cada uno la Nada a su manera. En términos generales, para ellos es una cosa más que es parte de nuestra existencia. Así, la misma queda ligada de manera mucho más directa a la angustia del ser humano frente a la complejidad de la existencia y no como una forma de razonamiento típica del pensamiento científico desarrollado en la Antigüedad. La Nada es causa y consencuencia de nuestra realidad como seres vivos y comprender eso es lo que nos encierra en la angustia o la incertidumbre absolutas.