La traición en su forma más concreta y abierta está precisamente vinculada a la figura del apóstol Judas Iscariote, porque precisamente ha sido él quien a pesar de esa relación tan cercana que lo unía a su maestro decide traicionarlo de la peor manera entregándolo al tribunal que lo buscaba y dando paso a su vía crucis y posterior asesinato en la cruz.
La traición de Judas es sin dudas uno de los eventos más comentados y difundidos dentro y fuera de la religión.
Incluso hasta se lo suele utilizar de ejemplo en algunas circunstancias que disponen vinculación con la traición.
Jesús se reunió con sus doce apóstoles un día antes de ser capturado en el marco de una cena y justamente sería en este evento, llamado popularmente como última cena, que Jesús le comunica a sus fieles seguidores que sería traicionado por uno de ellos, Judas.
Aún más, hay un acto, un gesto que Judas utiliza para marcar a Jesús que sería inmortalizado para siempre como el símbolo de la traición: un beso, ya que Judas besa a Jesús en su mejilla con la misión de marcarlo frente a sus captores, indicándoles el camino certero para llegar hasta él.
De acuerdo a lo que cuentan los libros sagrados y las leyendas sobre él, Judas, no se comportaba de ninguna manera como un verdadero cristiano debería hacerlo ya que se aseguraba que en sus funciones de tesorero se habría quedado con una suma de dinero destinada a los pobres.
Inclusive, su traición tuvo una motivación económica ya que por ella recibió una cantidad de dinero.
La historia también nos cuenta que Judas no pudo resistir los remordimientos que su acción le generó en la conciencia y entonces además de devolver el dinero cobrado se suicidó.
Pero esta no es la única versión sobre su muerte también hay otra que dice que con el dinero que cobró de los oficiales se compró un campo y en este fallecería del modo más cruento.
En fin, historias, lo cierto es que Judas por este hecho fue uno de los apóstoles más conocidos y asimismo el más odiado.
A lo largo de la historia ha sido muy combatido y maltratado y vale destacarse también que siempre en las representaciones de la vida de Jesús, Judas, como consecuencia de su acción criminal, ostenta una presencia destacada.