Investigar es (y va a parecer redundante, aunque claramente lo es) realizar tareas de investigación. Esto, a su vez, supone la búsqueda de datos o informaciones que permitan analizar el estado actual de un hecho, suceso o fenómeno, y desde allí establecer comparaciones, estadísticas y análisis que no sólo permitan obtener un panorama sobre el hecho, suceso o fenómeno, si no que también pueden generar nuevos conocimientos.
A esta tarea la lleva adelante un investigador o un equipo de investigadores donde cada uno tiene a su cargo la realización de una o varias tareas determinadas, como así también un cargo, puesto o rol dentro del equipo. La investigación se realiza siempre a partir de un sistema metódico de pasos a seguir para arribar a un resultado. Por ejemplo, en el caso de las ciencias sociales, existen pasos pre determinados que todo investigador social debe realizar, aunque puede hacerlo de distintas maneras, de acuerdo al tipo de investigación que realiza: conocer el estado actual del fenómeno a estudiar, determinar desde qué enfoques teóricos se abordará la investigación, establecer objetivos generales y específicos, diseñar un esquema de investigación, justificar porqué la investigación es importante o qué aportes sustanciales ofrecerá, establecer hipótesis, abordar el campo de estudio, aunque para esto previamente se deben diseñar los elementos con los cuales abordaremos dicho trabajo de campo, etc.
Una vez que hemos recogido datos e informaciones, recién en ese momento podemos analizarlos, tabularlos, compararlos y redactar un informe final sobre nuestro trabajo, desde donde se desprenderán las conclusiones de nuestra investigación.
Existen, a grandes rasgos, dos tipos de investigaciones, contrapuestas y muchas veces enfrentadas. Una de ellas es la investigación cuantitativa, que busca recoger datos numéricos que le permitan elaborar estadísticas y porcentajes. Es por ejemplo el caso de los censos que realiza el Estado cada cierto período de tiempo para conocer la cantidad de población y algunas otras cosas relacionadas a servicios básicos, alfabetismo, acceso a salud, a la educación, etc.
El otro tipo de investigación se denomina cualitativa, y busca de manera predominante profundizar en las opiniones, reflexiones, sentimientos y todo aquello que pueda expresar el ser humano, estableciendo análisis más profundos en cuanto a la subjetividad del individuo. Una solución a la antinomia “cuanti-cuali” es la triangulación de datos, donde se pueden establecer informes numéricos, y a partir de ellos, buscar luego opiniones o expresiones de los individuos que permitan profundizar los resultados numéricos obtenidos.