Al hablar con otra persona o en grupo, estamos estableciendo una relación interpersonal. Unos hablan y los otros escuchan y esta pauta se va alternando y sucediendo con más o menos orden. Hay muchas maneras de establecer vínculos interpersonales: en un diálogo, una tertulia, una entrevista o una lección académica.
El lenguaje es el elemento distintivo del ser humano. Al compararnos con otros animales, enseguida llama la atención las semejanzas que tenemos con ellos: órganos similares, las mismas funciones vitales e incluso tenemos reacciones parecidas ( defensa, ataque, protección, instinto maternal… ). El lenguaje es lo verdaderamente singular en los individuos. Y dentro del lenguaje, la comunicación tiene varios niveles y enfoques.
La comunicación no siempre es con los otros. De hecho, con quien nos comunicamos en primer lugar es con nosotros mismos. En este caso se establece una comunicación intrapersonal. En principio se trata de un diálogo sin palabras, pensamos en cosas y tenemos un debate interior. Sin embargo, es prácticamente imposible una comunicación sin el lenguaje, por lo que aunque no estemos hablando aparentemente, sí lo hacemos de alguna manera, aunque sea en silencio.
Ya en la Grecia clásica, el filósofo Sócrates acuñó una idea: conócete a ti mismo. Con esta afirmación estaba mencionando la necesidad de indagar en nuestro interior, conocernos lo mejor posible para actuar a partir del autoconocimiento personal. Esta idea socrática es el elemento fundamental del análisis intrapersonal. Con posterioridad, algunas corrientes psicológicas han profundizado en el autoanálisis como vía de reflexión dirigida a uno mismo. La meditación es también un camino de conocimiento intrapersonal, en el sentido de que al pensar de manera profunda y serena nos podemos liberar de aquello que nos confunde. Algunas religiones orientales practican la introspección, que es una variante de la comunicación intrapersonal. El nirvana de los budistas es la expresión máxima del autoconocimiento. Los libros de autoayuda son igualmente una propuesta destinada a saber quiénes somos realmente, para lo cual se proponen técnicas de tipo intrapersonal.
Por último, el concepto de inteligencia ha ido evolucionando con el tiempo. Se define como la capacidad de resolver problemas y éstos son externos pero igualmente los hay de tipo interno. En este sentido, se defiende la existencia de una nueva perspectiva, la inteligencia intrapersonal, también llamada inteligencia emocional.