La inocuidad es la intrascendencia que un determinado hecho o cosa tiene. Así, con el término se intenta hacer alusión a la incapacidad de algo para modificar algún tipo de circunstancia. Se usa especialmente para aludir a alimentos o medicinas, para referir a su incapacidad de generar algún tipo de daño al organismo. Es por ello que existen diversos controles para garantizar que este tipo de posibilidad se mantenga ausente; además, existen normativas a cumplir que garantizan de alguna manera esta inexistencia de peligros. En la actualidad, no obstante, estas medidas de precaución no han podido eliminar situaciones de pérdidas humanas como consecuencia de consumo de productos inapropiados.
Un área importante a la hora de hablar de inocuidad es la que refiere a los alimentos. Estos están expuestos a diversas problemáticas que pueden traer acarreado problemas para la salud de los consumidores. Es por ello que existen diversos controles sanitaros que el estado impone y que garantizan la calidad de los productos. Estos controles suelen estar expuestos en una legislación específica y tienen como consecuencia procedimientos de inspección para hacer evaluaciones periódicas a la mercadería; también se pide información de las condiciones de elaboración de los productos, de las fechas, etc. Todo este tipo de medidas tienen como finalidad evitar que la salud de las personas pueda verse afectada por el consumo de alimentos en mal estado. En el caso de que se detecte algún caso de intoxicación, se suele intentar decomisar la partida afectada de modo tal de que se proteja a otros individuos, potenciales víctimas del mismo problema. Lamentablemente, todas estas medidas no son siempre suficientes y los casos aparecen de modo ininterrumpido, sobre todo en países de menor calidad institucional.
Las medicinas también suelen seguir controles estrictos. Las mismas siguen un seguimiento riguroso desde el momento en que los laboratorios las producen. En efecto, en algunos países deben estar aprobadas antes de salir al mercado; para ese momento ya fueron realizados numerosas experimentaciones que dieron por sentada su inocuidad. Una vez que los medicamentos comienzan a circular en el mercado, el monitoreo de éstos continúa para tomar conocimiento de cualquier reacción adversa que pudiera surgir; en el caso de que esta circunstancia se presente se debe evaluar la posibilidad de retirarlos de circulación.
En resumidas cuentas, la inocuidad es un tipo de cualidad que se busca en cualquier producto de consumo, intentando que éste sea incapaz de causar daño al ser humano. Para lograrlo, existen distintos tipos de controles, circunstancia que no siempre es suficiente para evitar casos de daño a la salud.