Inmoral es un término que remite a la carencia de moral. En otras palabras puede decirse que algo o alguien inmoral se caracterizan por la ausencia de un criterio que lo relacione con la ética, con un conjunto de principios que lo lleven a relacionarse con lo que se considera bueno. La inmoralidad ciertamente es una condición detestable pero difícil de explicar con términos certeros; para lograr este cometido debemos referirnos a la ética como perspectiva filosófica, a lo que se considera bueno, a lo que se considera deseable por las personas; esta disciplina ha seguido un amplio desarrollo a lo largo de los años.
Ya desde la antigüedad el hombre se preguntó con gran avidez acerca de lo bueno y de lo malo, acerca de lo que debe llevarse a cabo y acerca de lo que no. Esta circunstancia llevó a plantear estos temas en muchas religiones como asimismo en muchos sistemas religiosos. En el caso de la filosofía, es la ética la parte de la misma que se enfoca en estas cuestiones, que se enfoca en conocer qué es lo que debe ser llevado a cabo por el hombre. En la antigüedad, fue cultivada especialmente por los griegos, quienes realizaron una gran cantidad de observaciones al respecto, observaciones que aún hoy perduran. De todo el bagaje cultural de aquellos días, fue quizá Aristóteles el que más abundó sobre el tema. Para el filósofo, lo moral es aquello que lleva al hombre hacía el fin para el que fue creado, hacia aquello que lo completa. Por el contario, lo inmoral es aquello que lo aleja de esta circunstancia. Estas consideraciones tienen que ver con la idea de que lo moral es lo que se adapta a la naturaleza del hombre, con aquello que se liga al mismo desde lo más profundo de su ser.
Hoy en día, tenemos ciertamente problemas para entender con cabalidad lo que la inmoralidad significa. Ciertamente podemos señalarla de inmediato en cuanto observamos que algo está fuera de sitio, pero tenemos dificultades para hacer una explicación al respecto que nos haga comprender el motivo de que determinadas acciones causen rechazo y otras causen admiración u adhesión. Ciertamente en este sentido debemos evaluar qué es aquello que genera beneficio para las personas y qué es lo que genera perjuicios, qué es aquello que satisface necesidades y qué es aquello que las genera. La evaluación de lo moral e inmoral en función de una perspectiva natural debiera ser nuevamente considerada.