Se ha tomado en consideración la estrategia de reducir las barreras comerciales en la comercialización mundial, a partir de la crisis económica que se ha vivido en el último año como consecuencia del confinamiento por la pandemia, fenómeno que puso en jaque a todas las economías del mundo, causando problemas inflacionarios que surgieron por la baja productividad. Esta inflación global pegó en mayor medida a los países emergentes, los cuales han tenido problemas graves para poder crecer y alcanzar los niveles que se tenían como objetivo.
Como parte la recuperación económica, autoridades financieras como el Fondo Monetario Internacional y otras tantas proponen a los gobiernos bajar los impuestos arancelarios como una medida para la estabilidad y el equilibrio, siendo una solución para que resurja el comercio y la inversión.
El contexto bajo el cual se encuentra el mundo es de una inflación desmedida, con cifras que tal vez nunca se pensaron que existirían, en especial en las economías poderosas, por ejemplo, EUA llegó hasta el 5% de aumento en precios, porcentaje que no se había visto desde la crisis del 2008, Alemania supero el 2.5% y qué decir de Argentina, la cual tuvo una inflación del 50.2%, causando falta de liquidez y por supuesto una enorme devaluación. Ante esta situación se han generado medidas rápidas, en donde se intentan disminuir impuestos a gran escala, en especial a nivel global para poder crear un movimiento positivo en las inversiones y el comercio con el cual se reactivara la producción, no solo del sector industrial sino de los demás sectores que se han visto deteriorados.
El efecto que se generó con esta crisis contemporánea fue la variedad de precios en las materias primas, ya que se afectó la movilidad en los transportes y la logística, subió el desempleo y con ello altos costos por la escasez. Los productos donde se notó un alto impacto fueron los granos y semillas, ya que no solo esto ocasiono una alta en los precios. También, influyeron mucho las condiciones del disparatado clima que se vive en la actualidad.
Soluciones a corto plazo
Para evitar el desborde de la inflación y una devaluación, se buscan disminuir impuestos arancelarios que permitan invertir en mayor medida a la restauración en la producción. Las alianzas estratégicas y los tratados se modifican conforme se busca esta posible salida al problema. En últimos días se dio a conocer la noticia en la que la Alianza del Pacífico, la cual es conformada por Chile, Colombia, México y Perú, han terminado de concluir negociaciones con Singapur para fortalecer el comercio Asia–Pacífico; la conclusión del acto se dio bajo un pequeño porcentaje en los impuestos, siendo este el factor a considerar para poder iniciar el comercio y enfocarse a reactivar la producción por el surgimiento por la demanda de un nuevo mercado.
Otro ejemplo notorio se dio en Argentina, en donde como parte del Mercosur se ha firmado un acuerdo estratégico con la Unión Europea para la reducción de aranceles. Es digno de mencionar porque es una disminución histórica, a partir de la cual se eliminan alrededor del 72% de los aranceles de importación, bajo contratos de toneladas de productos, siendo el más evidente el de la industria automotriz.
Estas medidas pudieran no parecer iguales para todos los países, uno tiene mayor ventaja competitiva sobre el otro, pareciera que dichas políticas tan solo beneficiarán al que tiene más nivel de producción y con una diferencia abismal en los productos a comercializar, ya que no son similares. Otro punto a tomar en cuenta, es el lapso bajo el cual se mantendrán dichas disminuciones, se necesita establecer claramente el periodo de tiempo.
Escenarios estimados como parte de un nuevo comercio global
Bajo estas soluciones a la disminución de impuestos que transcriben como una acción liberal en el comercio. Se puede pensar en la aparición de un nuevo escenario para el mercado global, el cual se basara en la autonomía, en donde los acuerdos y tratados dejaran de ser determinantes para los mercados, permitiendo un aumento a la competencia entre las naciones y el posicionamiento sería un elemento clave para los objetivos.
Bajo este universo competitivo, sin duda, cada país tendría que generar estrategias para que pueda ser el mejor postor a sus productos. También, brotaría una amplia variedad en productos e insumos, por lo que cada nación podría especializarse en algo preponderante que le brinde una ventaja competitiva y con ello la estabilidad comercial.
Son atmósferas sobre el comercio que están basadas en un panorama utópico, en la disminución de impuestos y en donde se toman en consideración las circunstancias que surgen en la búsqueda de un re-establecimiento en la economía mundial, por lo que no son ideas tan descabelladas. Si esto llegara a ocurrir, se debe implementar un marco legal para evitar la competencia desleal, el monopolio y la desigualdad, con ello, cada nación planear políticas comerciales, de producción y de manera especial fiscales.