En las sociedades humanas, es común que la convivencia es compleja y es muy difícil, si no imposible, que todos los miembros que la integran actúen de acuerdo al bien común y siguiendo las reglas o normas. Esto se da en todos los grupos sociales entre los cuales la sociedad o comunidad es el máximo exponente. Así surge el concepto de ilícito, es decir, todo acto ilegal que es cometido por una persona en un contexto de convivencia humana.
¿Qué significa la palabra ‘ilícito’ y cómo se puede entender?
Para comprender lo que es un ilícito, es necesario primero definirla. El ilícito es un hecho que no condice con las reglas o normas de convivencia de una comunidad. Como todo lo que tiene que ver con el humano, las reglas de una sociedad son en su mayoría una construcción de la cultura y por eso las mismas pueden ser muy variables de sociedad en sociedad.
Por ejemplo, es común entender al robo como ilícito pero no tanto a otras prácticas sociales que en algunos lugares son altamente ofensivas y en otras comunidades se consideran parte cotidiana de los vínculos entre humanos. La cualidad de ilícito se lo otorga a un hecho cada comunidad de acuerdo a los valores que existan en ese grupo de individuos y que sirvan para delimitar el comportamiento humano. Esto también puede variar en el tiempo, siendo hoy algunas acciones consideradas ilícitas cuando hace siglos o décadas no lo eran.
La noción del ilícito dentro del grupo social
Todas las sociedades humanas, desde que las mismas han comenzado allá por la Prehistoria, se han dado pautas de comportamiento mayor o menormente explícitas que sirven, básicamente, para que la convivencia sea lo más armoniosa posible y que la misma no se convierta en un permanente caos.
En este sentido, las reglas y luego las leyes escritas e instituidas formalmente tienen como principal objetivo controlar y evitar que se cometan ilícitos o actos que por ser considerados ilegales se entiendan también como dañinos para la población. Los ilícitos son hechos que implican violencia o daño hacia otros, robos, sustracción de pertenencias, daños a la propiedad o a la integridad física y psíquica de una persona, traumas, enriquecimiento por medios incorrectos, etc.
El concepto de ‘ilícito’ es altamente cambiante
Así como se dijo más arriba, la idea de lo que es lícito (o sea, legal) o ilícito en una sociedad varía mucho según el tiempo y el espacio. No podemos hablar de una noción unificada de ilícito aunque en la mayoría de las sociedades se entienden determinadas conductas como ilícitas.
Si bien en la mayor parte de los integrantes de una comunidad humana se acepta consuetudinariamente qué es ilegal y qué no, la realidad es que esta noción es muy subjetiva y puede depender de muchos elementos como el entorno que nos rodea, las oportunidades de vida, la cultura y las tradiciones, los estímulos a los que estamos expuestos, etc.
Es así que, mientras en la mayoría de las sociedades occidentales las relaciones de pareja entre adultos y menores de edad son consideradas ilícitas, en muchos países de Oriente no sólo que no lo son sino que además son parte de la vida cotidiana de esas sociedades. Los actos ilícitos en estas últimas están orientados hacia otros elementos y valores morales, tal vez más influenciados por la religión y las tradiciones culturales.
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