Una de las corrientes más fundamentales de la historia de la filosofía tanto occidental como mundial ha sido aquella que se conoció como el Idealismo Alemán. Esta corriente se desarrolló entre las postimetrías del siglo XVIII y las primeras décadas del siglo XIX en Alemania, territorio que para ese entonces recién comenzaba a transformarse en una nación. El ideólogo y creador de esta corriente de pensamiento fue Immanuel Kant, filósofo que para muchos significó una ruptura con la filosofía conocida hasta entonces y que no ha podido ser sobrepasado desde el siglo XIX.
Los principales conceptos del idealismo alemán se vinculan con la noción de conocimiento absoluto y de razón
El idealismo alemán, tal como lo establece el nombre con el que se recuerda a esta corriente filosófica, se interesó por establecer novedosas ideas sobre la manera de conocer del ser humano. Heredera de la tradición cartesiana, la primera que puso en duda a Dios como centro o razón de nuestro pensamiento, el idealismo sostuvo que el conocimiento sólo es posible en la mente humana y que todo lo que cae por fuera de ella depende pura y exclusivamente de su acción y funcionamiento.
Así, para el idealismo la existencia varía según cómo sea percibida por la mente del individuo. Esto fue un elemento muy importante para establecer una terminología de razas ya que según para los pensadores del idealismo alemán sólo el hombre blanco europeo era quien había alcanzado el conocimiento en su máxima perfección posible o quien al menos se acercaba más a ese logro. El idealismo se diferenció entonces del materialismo que, con Marx a la cabeza, planteaba un análisis y crítica de la realidad material que el hombre vive y experimenta.
El contexto del surgimiento del idealismo no fue casual: revoluciones y predominio de la razón
Como ocurre con la mayoría de los procesos históricos, el idealismo fue el resultante de una época (la Modernidad) en la que el ser humano blanco comenzó a ver cada vez más claramente los frutos de un estilo de vida dinámico, económicamente en crecimiento y de poderío sobre otras sociedades del planeta. Esto no se condecía con los avances políticos ya que en Europa en los siglos mencionados todavía tenían el poder las antiguas monarquías absolutas.
Es por eso que en términos políticos, el idealismo planteó una búsqueda por formas políticas y sociales basadas en la razón, en la separación de la Iglesia del Estado y en el Iluminismo o la Enciclopedia como únicas formas respetables de conocimiento.