Se denomina hacinamiento a una situación caracterizada por la existencia de una acumulación de cosas o personas. El término se utiliza especialmente para referir el modo de vivienda al que están sometidos los individuos, considerándose las condiciones de ésta conjuntamente con la cantidad de personas que la habitan. El hacinamiento de las personas tiene una relación estrecha con circunstancias de pobreza, siendo uno de los aspectos a relevar para dar cuenta del ambiente social en el que una persona se desenvuelve. El hacinamiento puede llevar a deteriorar las condiciones de vida de modo significativo.
Todos los individuos aspiran a una situación de mínimo confort en lo que respecta a sus condiciones de vida. Este tipo de circunstancia es especialmente cierto en lo que respecta a las condiciones de vivienda a las que se está expuesto. En hogares de bajos ingresos, lamentablemente, las nuevas generaciones suelen encontrar dificultades para poder encontrar un nuevo lugar para vivienda debido a las problemáticas económicas que este tipo de situación acarrea. Es por ello que suelen generarse condiciones de vida en las que existen deficiencias habitacionales de modo crónico. En este sentido, aquellas sociedades en donde este tipo de circunstancia se extiende a amplios segmentos de la población se encuentran en un déficit difícil de solucionar en el corto plazo.
Existe también otro tipo de circunstancia en las que el hacinamiento es una realidad de difícil solución. Es el caso de las cárceles, en donde en ocasiones existe una sobrepoblación que difícilmente sea tratada por las autoridades. A este respecto, una mejora en las condiciones de los reos siempre significará una erogación en términos monetarios para el estado. En este caso es claro que se necesita una planificación acorde a las necesidades de este tipo de problemática.
El hacinamiento también puede entenderse desde un punto de vista económico. En efecto, es sabido que el aumento de la oferta de un bien determinado hace que el precio de éste decaiga. En este sentido, un aumento de la oferta en viviendas haría que en el mediano plazo una problemática de este tipo se mitigue parcialmente en la sociedad. Para ello es importante contar también con el apoyo de bancos públicos, que faciliten líneas de crédito a una tasa un poco más baja que la del promedio del mercado. Este tipo de políticas tienen dos grandes ventajas: por un lado ofrecen una solución al denominado déficit habitacional y por el otro dinamiza la economía.