Vivimos en una sociedad de consumo en la que el marketing juega un papel fundamental. Las diferentes técnicas de mercadotecnia sirven para analizar y encauzar estrategias eficaces relacionadas con los procesos de adquisicición de procuctos.
Hay acciones destinadas a valorar la opinión de los consumidores. Normalmente son estudios de tipo cuantitativo. Las cadenas de televisión, por poner un ejemplo conocido, valoran especialmente el share, el índice de audiencia. Esta medición es valiosa para medir la aceptación de un programa y evaluar su rentabilidad comercial. Hay valoraciones de carácter cualitativo que también se emplean en le mundo del markéting. Una de ellas es la denominada como grupos focales ( expresión que viene del inglés focus group ).
Un grupo focal es un conjunto reducido de individuos que son seleccionados con algún criterio objetivo para conocer su valoración en relación a un producto, servicio u otro asunto que sea sometido a estudio.
El grupo focal es convocado para que exprese su opinión sobre algo y que lo haga de manera libre y sincera. Para que la reunión de consumidores sea fructífera, es necesario que participe un moderador que conduzca la dinámica del grupo, es decir, para que se centren o focalicen ( de ahí el términio focal ) en el tema para el cual han sido seleccionados.
Las conclusiones que se extraen de estas reuniones pretenden ser útiles desde el punto de vista del márketing. Es una manera de conocer la reacción de los clientes potenciales de un producto o servicio. Es un complemento de los análisis cuantitativos.
Los grupos focales son empleados en diversas circunstancias: para el lanzamiento de un nuevo producto y para conocer datos que no recoge una estadística o para perfilar un estudio de mercado a gran escala.
Las técnicas publicitarias son cada vez más complejas y sofisticadas e incluyen herramientas distintas. La puesta en marcha de un grupo focal no es el fundamento de un estudio técnico, pero sí es un punto de vista diferente que forma parte de un conjunto de acciones.
Los expertos en comunicación son conscientes de algunos posibles inconvenientes en la dinámica de los grupo focales. Las desventajas son varias: los participantes se encuentran en una situación extraña y puede que no sean sinceros al cien por cien, algún miembro del grupo puede distorsionar la interacción del conjunto y la calidad técnica del moderador es determinante para que el grupo focal cumpla con el objetivo establecido.