El funcionamiento es el comportamiento normal que un elemento tiene, comportamiento esperado para realizar una tarea específica. El término deriva de función, de la relación que se establece entre dos variables determinadas. Así, funcionar implica que algo se relacione con un hecho o circunstancia de modo efectivo. En el caso de un artefacto, funcionará si cumple con su cometido. En claro ejemplo puede ofrecerlo un auto, su funcionamiento depende del hecho de que pueda trasladarse de un lado a otro. Así, el término “funcionamiento” suele estar ligado a invenciones que el hombre ha realizado a lo largo de la historia. No obstante, es posible también hacer referencia al funcionamiento de elementos orgánicos.
Los artefactos se desarrollan para eliminar un problema que la sociedad tiene. Es por ello que un buen funcionamiento implica la solución de una necesidad de modo categórico. No obstante, este hecho tiene como correlato una caída de la demanda con el paso del tiempo si cada artefacto pudiese funcionar indefinidamente. Este tipo de circunstancia hace que algunos proveedores se esfuercen por que la vida útil de los artefactos sea limitada, como una forma de asegurarse que seguirán teniendo clientes. Esta actuación ha sido estudiada recientemente y suele denominarse obsolescencia programada; remite a la búsqueda de que distintos dispositivos pierdan su funcionamiento una vez que ha pasado una cantidad de tiempo determinado. Puede decirse que es una de las características de una sociedad consumista que requiere la renovación constante de las cosas que utiliza. No obstante, en otros momentos históricos, las cosas se diseñaban para mantener su funcionamiento el mayor tiempo posible puesto que lo contrario puede significar un gasto innecesario.
En biología, el funcionamiento remite también a la capacidad de un órgano, de un organismo o de un miembro de llevar a cabo sus procesos de modo normal. En efecto, se dice que el cuerpo tiene funciones y que las mismas deben poder cumplirse para mantener a la vida funcionando. En el caso de los mamíferos, el funcionamiento de todo el organismo está centrado en el sistema nervioso central y es desde esta perspectiva que debe considerarse su importancia. Según la eficiencia que se tenga en el cumplimiento de determinadas funciones, existirán mayores posibilidades para una especie de adaptarse al medio en el que se desarrolla.
Todo lo expuesto nos da una serie de criterios para entender que la idea de funcionamiento se relaciona con un fin específico que es buscado como tal. Solo así se deriva del concepto de función o relación entre dos elementos.