La química es el estudio de la estructura de la materia. Actualmente conocemos las propiedades de los elementos de la naturaleza o, dicho de otro modo, los materiales que hay en el mundo. Para ordenarlos adecuadamente se emplea la tabla periódica, que ordena los elementos dependiendo de su número atómico ( el número de protones del núcleo del átomo ).
La tabla periódica está formada por 118 elementos ( hay metales, metaloides, no metales y gases nobles ). La mayoría se encuentran en la naturaleza en estado puro ( concretamente 92 ) y el resto ( 26 ) son creaciones elaboradas de manera sintética en laboratorios. Se ordenan a partir de su complejidad ( el hidrógeno es el más simple y lleva el número 1 en la tabla y el uranio es el más complejo y lleva
el 92 ). Para referirnos a un elemento o un compuesto de varios elementos se utilizan símbolos. Vale la pena recordar que ya en la antigüedad se empleaban los símbolos para explicar lo que se creía que eran los componentes de la naturaleza ( tierra, fuego, aire y agua ).
Cada elemento químico tiene un nombre y a la hora de representarlo se utiliza su abreviatura ( carbono es C, hierro Fe, sodio Na, plata Ag, plomo Pb… ). Algunas de las abreviaturas vienen de los nombres originarios en latín.
Un símbolo de una sustancia representa un átomo de la sustancia. Sin embargo, en la naturaleza la gran mayoría de sustancias no existen como átomos aislados, sino como una combinación de más de un átomo. Pongamos un ejemplo. Dos átomos de hidrógeno forman una molécula de gas hidrógeno y los químicos la simbolizan mediante una fórmula, en este caso H2. La fórmula química está formada por la abreviatura del elemento y un número en el subíndice que indica la cantidad de átomos
en la molécula.
Las fórmulas se utilizan para simbolizar también moléculas de compuestos químicos, es decir, combinaciones de los diferentes elementos. La famosa fórmula del agua H20 significa que dos átomos de hidrógeno se combinan con un átomo de oxígeno en cada molécula. Otro elemento muy cotidiano es la sal común ( cloruro sódico ) y su fórmula química es NaCl.
Las fórmulas se emplean también en las reacciones químicas. Si, por ejemplo, mezclamos cinc y azufre formamos el sulfuro de cinc, siendo su fórmula ZnS, lo cual significa que está formado por un átomo de
azufre y un átomo de cinc.
Si pensamos en el universo, puede parecer que la materia tiene una distribución muy compleja. En realidad no es así, ya que el 99% de todo el universo está formado por hidrógeno y helio y sólo el 1% para el resto de elementos.