Se dice que la palabra filósofo fue utilizada por primera vez por Pitágoras, en el siglo V a.C. Le preguntaron si era un sabio ( un sophos ) y dijo que no, que en realidad era un philo shopos, un amante de la sabiduría. Esta anécdota aporta una idea muy aproximada de lo que es un filósofo.
El hombre corriente reflexiona sobre lo que le rodea de una manera sencilla y directa, ya que no necesita un análisis detallado para vivir con normalidad. El científico investiga algún problema de la realidad y aporta una solución concreta. El filósofo adopta otra postura. Analiza algún aspecto de la realidad desde la racionalidad, intentando profundizar en las ideas de una manera rigurosa.
Hay muchas maneras de ser un filósofo. Algunos han reflexionado sobre la moral ( Sócrates es un buen ejemplo ). Los hay que intentan crear un nuevo modelo social ( así lo hizo Platón en su obra la República ). Otros creen que hay que analizar el lenguaje para comprender la realidad ( es el caso de Wittgenstein ). Cada filósofo tiene una actitud intelectual diferente y dirige su interés hacia las distintas ramas de la filosofía: lógica, ética, epistemología, metafísica, etc.
El filósofo no es alguien que esté aislado de su contexto histórico. De hecho, intenta reflexionar sobre los problemas de su época. No desde un punto de vista técnico ( como hace un urbanista o un ingeniero ) sino que aporta su análisis sobre aquello que considera relevante en el periodo en el que vive. Por este motivo, el filósofo es considerado como un intelectual, es decir, aquel que es capaz de ir más allá de una situación determinada y presenta una reflexión más profunda.
El filósofo se dedica a pensar en algo que le inquieta y lo hace mediante el debate de ideas. Normalmente un pensador se encuentra dentro de una corriente, al igual que le sucede al artista. El filósofo suele defender una postura intelectual y para ello presenta unos argumentos teóricos que, a su vez, se oponen a otros planteamientos. Este procedimiento ( unas ideas que se enfrentan a otras ) es el mecanismo que se ha utilizado a lo largo de la historia de la filosofía.
Hay algunos filósofos que consideran que la filosofía es una actividad en decadencia, porque no da una respuesta a los problemas actuales. En un sentido contrario, otros defienden la tesis de que es imposible no filosofar.