Conjunto de conceptos que resultan similares debido a que ostentan la misma raíz o lexema como un factor en común en su construcción. Por ejemplo: mueble, muebles, mueblería, desamueblar. Para entender mejor la manera en que se forman las familias léxicas es necesario estudiar aspectos básicos de morfología, la cual supone una disciplina de la lingüística responsable por estudiar la formación de palabras y la constitución de las mismas. Por lo anterior, es importante conocer serie de términos prácticos explicados luego de los ejemplos.
Ejemplos de familias léxicas
Carne
Carnicería
Encarnado
Descarnado
Carnicero
Arreglar
Arreglo
Arreglado
Desarreglado
Flama
Inflamable
Flameante
Correcto
Incorrecto
Corregido
Corrector
Conceptos de la morfología clave para entender la formación de las familias de palabras
Morfemas: un morfema es la unidad mínima con significado de una palabra, por ello, en la palabra “niñas” podemos distinguir tres morfemas principales: “niñ”, “a” y “s”. El primer significado mínimo hace referencia a un infante, el segundo tiene que ver con el sexo, masculino o femenino; y el último es un rasgo de pluralidad. Como puede observarse, cada uno de los tres fragmentos señalados de la palabra “niño” posee un significado valioso y, por lo tanto, cada uno corresponde a una unidad mínima con significado, es decir, cada uno es un tipo de morfema.
Lexema: también se le conoce como raíz léxica o morfema lexical y es aquel morfema que carga con el significado constante de una palabra, la base principal. Por ejemplo, en las palabras: bote, zapato, cacería y juguete los lexemas serían “bot”, “zapat”, “caz” y “jug” puesto que, de cada una de ellas, podemos derivar otras palabras diferentes y estas serían las partes que no variarían: botar, botado, botecito, botábamos; zapatos, zapatería, zapatero, zapatilla; cazar, cazado, cacé, cazamos; jugar, juguetería, juguetito.
Morfemas variables: a diferencia de los lexemas, son aquellos que poseen un significado no principal y son, como su nombre lo dice, variables. En los ejemplos anteriores puede notarse que en la familia léxica de zapato, zapatero, zapatería, zapatos, el lexema es la parte fija y constante (zapat), mientras que “o”, “ero”, “ería” y “os” son los elementos que permutan, por lo que estos corresponden a los morfemas variables y dentro de estos existen dos tipos principales: los gramaticales y los derivativos.
Morfemas gramaticales: también conocidos como “gramemas” son aquellos que dan cuenta de los accidentes gramaticales de la palabra, por lo que en los sustantivos corresponderá al género y número, mientras que en los verbos hará referencia al modo, tiempo, persona y número. Por ejemplo, en el sustantivo “libros” podemos identificar al lexema “libr” y a los morfemas gramaticales de género “o” correspondiente al masculino y “s” como morfema gramatical de número correspondiente al plural. En el caso de los verbos, podemos tomar a “comíamos” donde encontramos al lexema “com” del verbo comer, el gramema “ía” que hace referencia al tiempo y modo (copretérito del indicativo) y el gramema “os” que hace referencia a la persona (primera del plural, es decir, nosotros).
Morfemas derivativos: son aquellos que indican otro tipo de diferencias de forma y significado. En esta categoría podemos incluir a los todos los afijos: prefijos, infijos y sufijos que agregan significado a una raíz léxica. Existen algunos afijos con significados muy específicos, en el caso de los prefijos está el típico -des que invierte el contenido principal del lexema, como en “esperanza” y “desesperanza”. En el caso de los sufijos, podemos hablar de -dor que proporciona un agente a la acción especificada en la palabra, por ejemplo: “reparador”, aquel que repara; “removedor”, aquel que remueve; “extractor”, aquel que extrae.
Relación con el campo semántico
El campo semántico establece una relación entre palabras por su cercanía de significado. Debido a esto, las palabras de una familia léxica compartirán un mismo campo semántico: pescar, peces, pescado, pescador, todas ellas relacionadas con el pez. Sin embargo, los campos semánticos resultan mucho más amplios, por ejemplo, la palabra “carpa”, que hace referencia a un tipo de pez, se encontrará en el mismo campo semántico de “pez”, sin embargo, no pertenecerá a la misma familia léxica debido a que no comparten el mismo lexema.
Por otro lado, en los campos semánticos se puede hablar de un grado o nivel de relación en el significado. Siguiendo el ejemplo anterior de la palabra “pez” ubicada en el mismo campo semántico que la palabra “carpa” también podríamos agregar la palabra “ballena” debido a que está relacionada con la palabra “pez” por hablar de animales marinos. Sin embargo, de modo estricto, la ballena no es un tipo de pez, por lo que “carpa” se encontrará en un nivel de significación mucho más cercano a “pez” que “ballena”.