Se denomina expresión oral a toda comunicación que se realiza por medio de la palabra. La expresión oral en el hombre parte del uso de una facultad innata que lo capacita para articular sonidos de un modo sistemático y comunicarse a través de estos. La expresión oral es una de las primeras formas complejas de expresión en el hombre, ya sea desde la historia de la humanidad como desde la historia propia de cada persona. En efecto, la oralidad es una manera de expresarse anterior a la palabra escrita y es sobre ésta que la escritura se desarrolla con posterioridad.
La aparición del hombre sobre la faz de la tierra implicó la capacidad de una especie de comunicarse mediante el uso de sonidos a un nivel de complejidad que ninguna otra especie pudo llevar a cabo. El hombre, en efecto, ha mostrado en innumerables circunstancias las posibilidades que esta característica conlleva, en la medida en que permite transmitir ideas de notable complejidad y abstracción. Este tipo de capacidad debe considerarse innata, puesto que presenta similitudes en todas las sociedades que se han podido estudiar en la historia. Esto significa que a pesar de las diferencias que las distintas lenguas puedan tener, existen algunos aspectos que permanecen invariables y son un sustrato genéticamente determinado. Así, la expresión oral, esto es, la capacidad de articular sonidos de modo tal que sea posible comunicarse de modo complejo con estos, es una cualidad determinada genéticamente.
Sobre el sustrato referido, sobre la capacidad innata de comunicación, luego van desarrollándose los distintos idiomas, con sus diversas características. Estos presentan algunas reglas que se van conformando socialmente y que cambian a lo largo del tiempo, aunque siempre lo hacen de modo sistemático, esto es, teniendo consecuencias cada cambio con el total de elementos que conforman el idioma en particular. Así, es posible considerar dos tipos de elementos y reglas en la conformación de un lenguaje: los genéticamente determinados, esto es, los presentes en toda persona por el hecho de pertenecer a la especie humana; y los conformados por interacción social y que pueden cambiar con el paso del tiempo.
La expresión oral es una capacidad innata en el hombre y es en buena medida la responsable de la gran distancia que separa a los seres humanos del resto de los animales. En efecto, esta está íntimamente ligada a la capacidad de razonar y articular sentido para explicar el mundo que nos rodea de modo comunicable.