La leyenda, como concepto, se produce en una serie de hechos o relatos fantásticos que están dentro de la tradición oral o escrita y que, en muchas ocasiones, intentan explicar y dar más veracidad a momentos históricos u otros hechos y acciones que si son ciertas. Es por ello que, en ocasiones, pueden ayudar más a la confusión que al conocimiento real de lo que en algún momento de la historia haya podido ocurrir.
El origen de la leyenda está en la tradición oral para comunicar hechos acaecidos, para dar mayor realismo y atractivo a informaciones reales y, sobre todo, para intentar explicar lo que el ser humano en ciertos momentos de la historia lo que desconocía y, para justificar o encontrar sentido a ese desconocimiento, se utilizaba la leyenda dotándola de veracidad, haciendo que fuera algo real para la mayoría de la población.
¿Leyenda o realidad?
Las leyendas se han utilizado, como hemos mencionado anteriormente, para dar veracidad a cierto tipo de hechos y explicar una realidad desde un punto de vista no científico. De esta forma se han utilizado para asentar cierto tipo de realidades. Entre las que más podemos destacar se encuentran:
La escala social. A través de las leyendas se han podido justificar el estatus social en muchas de las civilizaciones que ha habido a lo largo de la historia. Fruto de ellas han aparecido dioses inmortales, omnipresentes y omnipotentes que eran los que otorgaban al ser humano un estatus social, ya fuera el de noble, el de esclavo, pueblo llano, etc.
Cultura. En ocasiones, a través de la leyenda también se han dado como ciertos hechos históricos, sociales, etcétera, que, posteriormente, a través de la ciencia y el estudio de la propia historia, se ha revelado como falsos, contando con una respuesta racional a los hechos.
La propia realidad. En muchos momentos de la historia, el desconocimiento de lo que ocurre en la naturaleza, en nosotros mismos, en lo que nos rodea y en cómo todo ello nos afecta, crearon realidades, a través de la leyenda, para poder justificar aquello que no se conocía. Ejemplo de ello podía ser los terremotos, enfermedades, plagas, erupciones volcánicas, etcétera. Sobre estas y muchas otras realidades se creaban esas leyendas en forma de dioses, en forma de creencias que se tomaban como ciertas y eran algo natural en el día a día de las personas.
La leyenda, como concepto, ha llegado a nosotros de muy diversas formas. Ya sea a nivel escrito, sobre todo a través de textos antiguos, bien sean de temática bélica, política, de aventuras, etcétera. Pero la vía oral ha sido sin lugar a dudas la forma más rápida, más habitual y, sobre todo, la más importante y la que más capacidad para interiorizar el concepto tiene.
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