Intelectual y teólogo neerlandés que difundiría un humanismo espiritual y sería pionero en la propuesta de una renovación cristiana. Erasmo de Róterdam fue un destacado intelectual, filólogo y teólogo neerlandés de notable influencia durante el siglo XVI y por supuesto en los siglos posteriores. Su singular visión sobre la religión y la vida religiosa le generaría odios y amores a la par. Propuso una renovación cristiana sin perder de vista los valores morales. Su gran propósito era poder combinar el humanismo con la religión.
También, causaron revuelo entre sus pares sus proposiciones como la defensa del laicado, las críticas a las prerrogativas del clero y las órdenes religiosas.
Nació como Geert Geertsen, en Róterdam justamente, un 28 de octubre del año 1466, en circunstancias prohibidas ya que fue el fruto de la relación de un sacerdote con su sirvienta. Su padre lo envió a educarse en la escuela Hermanos de la Vida Común y esto marcaría sus intenciones de convertirse en sacerdote.
Se ordena como sacerdote, estudia teología y comienza a enseñarla por todo el mundo
Después de ordenarse comenzó a trabajar como secretario del Obispo de Cambrai y también aprovechó para estudiar teología en la Universidad de París. Esto lo acercará al pensamiento humanista que estaba tan boga por esos tiempos.
Una vez graduado comienza a enseñar Teología en la Universidad de Cambridge. En Inglaterra gozaría de un enorme prestigio entre sus pares y constantemente le ofrecían puestos vinculados a la educación los cuales rechazó por su naturaleza inquieta de estar en constante movimiento por el mundo, aprendiendo.
Los primeros años del siglo XVI lo encuentran en Italia donde también gozaría de una gran admiración por sus propuestas novedosas en materia de humanismo religioso. Si bien también le ofrecieron puestos eclesiásticos de importancia decidió regresar a Inglaterra.
Inspira a Lutero y ello le vale el recelo de colegas
Si bien Erasmo fue un gran crítico de la disciplina de las autoridades educativas y de los excesos del clero no adhirió a la Reforma Protestante que marcó un cismo en la Iglesia Católica, sin embargo, muchos lo señalaron como uno de sus instigadores, como consecuencia que su máximo exponente, Martín Lutero, se encargó de difundir por todo el mundo que los escritos de Erasmo, especialmente la traducción del Nuevo Testamento lo habían inspirado.
A partir de ese momento sus amigos, colegas y detractores empezaron todos a desconfiar de él y a cuestionarlo a propósito de esta cuestión y también porque hacía esperar una definición al respecto.
A partir del año 1531 se instala en la ciudad de Basilea desde la cual continúa con su intenso trabajo como autor.
Fallece el 12 de julio del año 1536 a causa de disentería, un trastorno de inflamación en el intestino, en la zona del colon.