La palabra epifanía es de origen griego y etimológicamente significa darse a conocer o manifestarse. Se trata de un concepto muy relacionado con el Cristianismo y en la Biblia es empleado para referirse a las formas que tiene Dios de revelarse a los hombres.
Un término bíblico clave para entender la relación entre Dios y los hombres
Dios no se revela siempre de manera directa y explícita, sino que recurre a mensajes, intermediarios o a su propio hijo, Cristo. De esta manera, Dios se da a conocer mediante la presencia de Cristo entre los hombres.
La epifanía también se manifiesta cuando Dios envía a un ángel para comunicar un mensaje a los hombres, tal y como sucedió con los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael, que en el Cristianismo son considerados divinidades próximas a Dios y los mensajeros del mensaje divino. En el ámbito de la fe cristiana, el arcángel San Gabriel fue quien anunció a María que iba a ser madre y este episodio es conocido como la Anunciación.
El día de la epifanía
El 6 de enero se celebra la festividad de los Reyes Magos, también conocida como el día de la epifanía. En el evangelio de San Mateo (concretamente en el capítulo 2, versículo del 1 al 12) se cuenta la adoración de Cristo por parte de los Reyes Magos de Oriente, quienes guiándose por una estrella se dirigieron hasta el lugar donde había nacido el hijo de Dios.
Según nos cuenta el relato bíblico, cuando Herodes tuvo noticias de que había nacido el Cristo tuvo miedo de perder su poder y ordenó matar a todos los niños menores de dos años, entre los cuales se encontraría el Mesías. La Sagrada Familia huyó a Egipto y logró salvarse y otras familias escondieron a los niños en tinajas y así salvaron sus vidas. Desde entonces los judíos comían un pan ácido el día 6 de enero y escondían un muñeco de barro, recordando así este acontecimiento. Los primeros cristianos recogieron esta tradición y la mezclaron con la visita de los Reyes Magos para la celebración de la epifanía, el momento en el que Cristo se da a conocer.
La costumbre de hacer regalos a los niños el día 6 de enero tiene relación con la conmemoración de la generosidad de los Reyes Magos al ir a adorar a Cristo recién nacido. Como complemento gastronómico a esta celebración, en muchos hogares se come el célebre roscón de reyes, que tiene una forma circular para simbolizar el amor eterno de Dios y que no tiene principio ni fin.