El verbo entrever tiene dos significados, dos acepciones. Por una parte, se refiere al hecho de ver algo de manera imprecisa y poco clara. Por otra parte, se utiliza para expresar que se tiene alguna sospecha sobre algo.
En el primer sentido, entrever manifiesta el hecho de percibir algo con cierta confusión. Nuestra capacidad de percepción es compleja. El ojo humano recibe información a través de los sentidos y posteriormente la procesa mediante complejos mecanismos cerebrales. Este proceso no siempre es infalible, pues hay elementos que pueden distorsionar la percepción. La limitación visual es relativamente frecuente: la visión nocturna es deficiente, la graduación es en ocasiones inadecuada y algunas alteraciones visuales pueden deformar las imágenes. Este tipo de limitaciones provocan que no veamos la realidad con nitidez, por lo que simplemente entrevemos las imágenes. También es frecuente, que en ciertos espacios y situaciones sea difícil tener una correcta imagen ( ver algo a través de un cristal, de manera rápida o sin la suficiente luz ). También hay otros componentes que afectan al mecanismo de la percepción: la motivación y la atención. Un déficit en la motivación personal o un atención insuficiente, provocan que el hecho de ver sea imperfecto y, por lo tanto, simplemente entrevemos.
La otra aceptación del verbo entrever alude al proceso de comunicación. Hay información que es clara y concreta. Si alguien dice «tengo una maceta verde», el mensaje es inequívoco y no hay ninguna posible interpretación. Sin embargo, los mensajes no siempre son concretos. De hecho, una parte de la información es ambigua e imprecisa. En estas circunstancias es factible afirmar que se entrevé algo más allá de lo que se dice propiamente. Aquello que se entrevé está oculto en el mensaje, pero hay algo en el mismo que suscita cierta sospecha. Ese algo, puede ser un gesto en la expresión, el tono de voz que se emplea o algún elemento del lenguaje que suscita cierto recelo. En ocasiones, se emplea el concepto de leer entre líneas. En estos casos, hay una parte de la información que no es evidente, pero que se entrevé. Hay que tener presente que en la comunicación hay elementos no explícitos, por lo que un interlocutor recibe información complementaria a las del propio mensaje y cuando esto sucede está entreviendo algo que estrictamente hablando no aparece en la acción comunicativa.