El enfoque es el punto de vista que se toma a la hora de realizar un análisis, una investigación, una teorización, etc. Deriva de un proceso físico que consiste en apuntar un determinado haz de luz hacia una dirección determinada, o hacer lo mismo con una cámara. El enfoque puede entenderse asimismo como una orientación temática específica que se toma a la hora de desarrollar un discurso. Así, puede decirse que el tratamiento de un determinado tema puede contener diversas aristas a considerar, distintas valoraciones y marcos que deben privilegiarse en función de otros por distintas circunstancias. La posibilidad de utilizar distintos enfoques es más evidente en ciencias blandas, en donde existen dificultades para establecer una demostración científica rigurosa.
La ciencia es un proceso de generación de conocimiento que consiste en diseñar conjeturas verosímiles acerca del funcionamiento de distintos fenómenos, conjeturas que luego se pondrán a prueba mediante la experimentación. Este proceso se lleva a cabo mediante la elaboración de predicciones a partir de las conjeturas, predicciones que si se cumplen de modo sistemático darán cuenta de que existe la posibilidad de haber acertado con la teoría; por el contrario, si las predicciones fallan, se habrá podido falsear a la conjetura o teoría.
Este proceso es fácil de llevar a cabo en las ciencias naturales, circunstancia que se entiende por el hecho de que se están estudiando fenómenos cuyo funcionamiento es independiente de nuestro deseo o consideración. No obstante, con otro orden de ciencias, como por ejemplo las ciencias sociales, existe un problema radical por el hecho de que lo que se estudia se ve afectado por el estudio en cuestión. Un claro ejemplo de esta circunstancia puede ofrecerlo el área de la economía. Durante el tiempo en el que existe esta disciplina se han desarrollado enorme cantidad de teorías de gran sofisticación y aparente poder explicativo; no obstante, las mismas tienden a influir el comportamiento de los agentes económicos de modo subrepticio, afectando de modo imprevisto la realidad. En estos casos, es difícil hacer referencia a un proceso imparcial de generación de falseamientos puesto que existe un cambio constante en la naturaleza del fenómeno, en parte generado por las teorías que intentan explicarlo. Esta circunstancia guarda relación con la denominada teoría de la reflexibilidad.
Dada esta situación, es comprensible que en el área de las ciencias sociales existan diversos enfoques para dar cuenta de los fenómenos estudiados. Los mismos son la contracara de las dificultades de aplicar el método científico de modo consecuente.