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Definición de Empirismo historia, y características

Mercedes Roch
Lic. en Historia

El empirismo se corresponde con una corriente filosófica que sostiene que el conocimiento de las personas se deriva principalmente de su experiencia sensorial. El mismo surgió a fines del sigo XVII y XVIII en Europa bajo la notable influencia de los filósofos John Locke, George Berkeley y David Hume quienes aportaron sus propias perspectivas al desarrollo del pensamiento empírico. Según esta corriente, las ideas que las personas tienen no son innatas, sino que se van creando a medida que interactúan con el mundo que las rodea. De esta forma, el empirismo se opone al racionalismo propugnado por René Descartes según el cual el ser humano es razonable por naturaleza y accede a su conocimiento a través de la reflexión, independientemente de la percepción sensorial.

Historia

Si bien el empirismo se corresponde con una corriente filosófica surgida en la modernidad, se entiende que sus raíces pueden ser rastreadas en la antigüedad clásica. Así, pensadores griegos como Heráclito y Empédocles son considerados precursores del empirismo en términos de su enfoque en la observación y la experiencia como medios para comprender el mundo. Sin embargo, más allá de algunos casos particulares, la filosofía griega antigua generalmente tendió a concebir a la razón como fuente primaria de conocimiento, es decir que se vinculó más con la idea del racionalismo.

En los siglos abarcados por la Edad Media (del V al XV), el pensamiento se alineó con las ideas religiosas y las explicaciones fueron vinculadas con causas teológicas. Sin embargo, durante el Renacimiento (siglos XIV al XVII), hubo un resurgimiento del interés por la observación y la experimentación en la ciencia y la filosofía, sentando las bases para la aparición del empirismo moderno que terminó por surgir y consolidarse a fines del siglo XVII y principios del siglo XVIII, a partir de las teorías de tres grandes filósofos: John Locke, George Berkeley y David Hume.

En primer lugar, John Locke (1632-1704) se convirtió en uno de los padres fundadores del empirismo luego de la publicación de su obra «Ensayo sobre el entendimiento humano» (1690). En ella, el pensador sostuve que la mente humana es, al momento del nacimiento, una especie de “tabula rasa”, es decir, que está en blanco. Así, las personas adquirirían sus conocimientos a partir de sus propias experiencias sensoriales derivadas de la observación directa.

El otro importante autor que aportó al origen del empirismo fue George Berkeley (1685-1753) quien, en su obra «Tratado sobre los principios del conocimiento humano» (1710), desarrolló la teoría del idealismo subjetivo. Así, según Berkeley, no existe la realidad como tal, sino que esta es un producto de las percepciones personales. En sus palabras,»esse est percipi», lo cual significa «ser es ser percibido».

Finalmente, el pensador escocés David Hume (1711-1776) llevó el empirismo a su extremo lógico. En su «Tratado de la naturaleza humana» (1739), además de argumentar que los conocimientos se basan en la experiencia, desarrolló su teoría según la cual no existiría la relación causa/consecuencia, sino que se trataría de una creencia basada en la observación de regularidades en la sucesión de eventos.

Características

El empirismo, como corriente filosófica, cuenta con sus propias características particulares que lo diferencian de otras teorías. En primer lugar, se caracteriza por desarrollar la hipótesis según la cual el conocimiento humano se basa en la experiencia sensorial. A diferencia de lo sostenido por el racionalismo, centrado en la noción de “pienso, luego existo”, el empirismo entiende que las personas no poseen una razón innata ni conocimientos preexistentes, sino que estos se adquieren a través de la observación directa y de la percepción de los sentidos. Así, la mente humana se va llenando gradualmente con conocimientos a medida que interactuamos con el mundo.

En segundo lugar, el empirismo hace énfasis en la verificación de una hipótesis por medio de la observación, la experimentación y la recolección de datos concretos. De esta forma, en caso de que la hipótesis esté respaldada por la evidencia empírica, la misma será verificada. En caso contrario, será refutada.

En la misma línea, partiendo de la base de que todas las ideas complejas se derivan de la combinación de ideas simples que provienen de la experiencia, el empirismo ha sido propulsor del método inductivo según el cual se parte de observaciones específicas para llegar a conclusiones generales o inferencias probabilísticas. Por ejemplo, si observamos que todos los estudiantes de una escuela aprobados en matemáticas han estudiado regularmente (observaciones específicas), podemos inferir que estudiar regularmente aumenta las posibilidades de aprobar matemáticas (conclusión general, pero no necesariamente definitiva). Este método se opone al deductivo por el cual se parte de premisas generales para llegar a conclusiones específicas. Un ejemplo sería: si sabemos que todos los humanos son mortales (premisa general) y tenemos información de que Sócrates es un humano (caso particular), podemos deducir que Sócrates es mortal (conclusión específica).

Por lo mencionado, el empirismo aún hoy continúa siendo una gran influencia para el desarrollo de la metodología científica, fundamentalmente por el aporte que hizo al destacar la importancia de la observación empírica y la experimentación como medios para adquirir conocimientos confiables sobre el mundo natural.

Referencias bibliográficas

Berkeley, G. (1968) “Tratado sobre los principios del conocimiento humano”. Buenos Aires: Editorial Losada.

Hume, D. (2005) “Tratado de la naturaleza humana”. Madrid: Tecnos.

Locke, J. (1999). “Ensayo sobre el entendimiento humano”. Ciudad de México: Porrúa.

Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #128 de Enciclopedia Asigna, en 09/2023. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).