El término educación inicial alude a una disciplina académica orientada a la los primeros procesos de socialización de los más pequeños (niños de unos pocos meses hasta los cuatro años). Esta actividad la realizan instituciones educativas especializadas que pueden recibir denominaciones distintas (jardines de infancia, jardines maternales, guarderías o parvularios).
La educación inicial se encuentra enmarcada en un contexto social con dos ejes fundamentales: la incorporación general de la mujer al mundo del trabajo y la consiguiente necesidad de delegar en el cuidado de los niños y, por otra parte, la importancia de la educación en las primeras etapas del desarrollo humano.
La población infantil que recibe educación inicial se divide en dos franjas de edad: los lactantes (hasta los dos años) y los denominados maternales (de 2 a 4 años).
La socialización de los más pequeños se centra en estrategias que dependen de una serie de conocimientos académicos específicos: psicología evolutiva, educación para la salud, educación artística, educación física, socialización y, un elemento no académico que resulta imprescindible, la empatía de los profesionales con los más pequeños. La capacitación de los docentes incorpora también materias de estudio como la música, la metodología del juego o técnicas de lectoescritura.
Qué actividades realizan los más pequeños en estos centros
– Aprenden a socializarse con los demás niños a través del juego y en un entorno lúdico y participativo.
– Desarrollan habilidades manuales.
– Se familiarizan con su propio cuerpo y con el entorno en el que viven.
– Aprenden a interactuar con los objetos cotidianos que les rodean.
– Desarrollan habilidades del lenguaje (por ejemplo, la iniciación a la lectoescritura).
– Incorporan algunos hábitos sociales (aprender a escuchar, a responder o a mantenerse sentados).
– Aprenden algunos valores sociales (la necesidad de compartir, el rechazo de actitudes violentas, etc).
Juego, modelo pedagógico e inclusión social
Cualquier actividad que realice un niño en un centro de educación inicial debe estar regida por un sentido lúdico y para ello es totalmente necesario que el niño perciba las distintas actividades como un juego.
Otro elemento clave en esta etapa educativa es el modelo pedagógico que se aplique (actualmente la tendencia más generalizada es la pedagogía inclusiva, que se basa en la no exclusión y en el respeto a la diversidad social, económica y cultural).
La inclusión social en la educación inicial es una herramienta para fomentar la igualdad de oportunidades, la convivencia y la solidaridad.