Se denomina distancia al espacio comprendido entre dos puntos del Universo. En términos geográficos, relativos al planeta, la distancia suele medirse con algunos sistemas estandarizados, como por ejemplo el Sistema Métrico Decimal; si consideramos en cambio distancia que tiene los cuerpos celestes entre sí, deberá utilizarse la medida de año luz, por ser más acorde. En cualquier caso, la distancia es una forma de medir esta lejanía entre dos puntos determinados.
Desde los albores de la humanidad, los hombres entendieron la necesidad de lograr una medición entre los distintos accidentes geográficos que percibían. Este tipo de circunstancia se debía fundamentalmente a la necesidad de crear mapas, segmentar terrenos, etc. En cualquier caso, la medición debía tener una determinada unidad. En un comienzo se utilizaron partes del cuerpo para realizar estas tareas. Así, en estos tiempos remotos era común la utilización de la apelación a pies o codos para referir el espacio que separaba dos puntos. Como es fácil deducir, este tipo de medición era harto deficiente, por lo que con el paso del tiempo se fueron estableciendo nuevos modos de realizarla. Así, los sistemas de medición modernos se caracterizan por su aceptación global y por su precisión. El Sistema Métrico Decimal es una muestra de este intento de generar un único criterio para medir las distancias.
En el caso de distancias interestelares, los sistemas utilizados en ámbitos terrestres son inapropiados. En el caso del año luz, la medida remite a la distancia que recorre la velocidad de la luz en el vacío durante un año (más de nueve billones de kilómetros). Otra medida muy difundida en astronomía es el parsec, que equivale a más de tres años luz. Si consideramos que solamente el universo visible tiene más de noventa mil millones de años luz entenderemos la necesidad de medidas especiales.
Se dice que el universo sigue su proceso de expansión. Si recordamos la teoría del Big Bang, esta describe un punto inicial de materia cuya expansión formó el universo conocido. Esta expansión continúa y es observable en el aumento de la distancia entre las distintas galaxias. En efecto, la distancia entre estos elementos aumenta, lo que es similar a decir que existe cada vez más espacio entre ellas. Este aumento de esta distancia es superior a la velocidad de la luz en el vacío, lo que significa que ningún elemento podría llegar de un punto a otro si estos están sometidos a este efecto.