El dibujo técnico es una forma especifica de representación de la realidad. Es una subdivisión o rama del dibujo que sirve como instrumento básico para distintas disciplinas (arquitectura, urbanismo o ingeniería, entre otras).
Las distintas formas y objetos que observamos y empleamos han sido diseñados y construidos previamente a partir de un dibujo, el cual no tiene un sentido artístico sino que su finalidad es de índole práctico.
Se podría decir que el dibujo técnico es el eslabón fundamental a partir del cual se diseñan todos los elementos que nos rodean. En este sentido, no hay que olvidar que los objetos se pueden representar porque tenemos conocimientos geométricos. Las formas geométricas requieren, a su vez, de todo tipo de conocimientos: sobre simetría, magnitudes, ángulos o proyecciones. De la misma forma, cualquier representación puede dibujarse desde distintas perspectivas (en la terminología especializada se utiliza el concepto de vista): de frente, vista superior, derecha, izquierda, inferior o posterior.
En la actualidad el dibujo técnico ha introducido programas de software en sus distintos ámbitos de aplicación. Esta circunstancia supone un gran avance técnico, ya que el diseño de los objetos no depende de la destreza del dibujante.
El ejemplo del urbanismo
Las ciudades del planeta no dejan de transformarse constantemente. Su evolución depende de las necesidades humanas. Para que sus habitantes disfruten de una aceptable calidad de vida, es necesario que los urbanistas sepan proyectar las ciudades en función de las circunstancias que afectan a las personas.
El espacio público, las carreteras o la distribución de los servicios básicos son diseñados con criterios urbanísticos, los cuales se desarrollan a partir del dibujo técnico.
La planificación de una ciudad depende de factores muy diversos (población, transporte, ocio, clima, cultura…). El urbanista tiene que valorar todos ellos e intentar plasmarlos en un proyecto determinado. El dibujo que realice es un compendio de todas las necesidades humanas concentradas en el espacio urbano.
El urbanismo debe, en consecuencia, combinar elementos diversos con una dimensión estética de la ciudad y todo ello adaptado a las personas que viven en los núcleos urbanos.
Las ciudades se organizan a través de un modelo, un plan general de ordenación urbana, en el cual se divide el suelo (destinado a la edificación o urbano y aquel donde no está permitido la edificación o rústico).