El vocablo que nos ocupa viene de la palabra griega adamas, que significa invencible. Su origen etimológico hace alusión a la característica más singular de esta piedra preciosa, su dureza. De hecho, en la escala Mohs empleada en mineralogía el diamante presenta una dureza de 10 sobre 10. Otras de sus singularidades como mineral son las siguientes: una estructura cúbica cristalina y un fuerte enlace covalente entre los átomos que lo componen. En cuanto a sus propiedades ópticas, posee un intenso brillo y su trasparencia permite que la luz pueda atravesar su estructura con facilidad. Su formulación química se expresa con la letra C, pues se trata de un compuesto de carbono.
Yacimientos y tipos de minería relacionados con el diamante
Se encuentran generalmente en yacimientos situados en el manto de la litosfera a una gran profundidad. En Rusia, Australia y Sudáfrica se hallan las minas más grandes del mundo, siendo algunas de ellas a cielo abierto.
En cuanto a los métodos de extracción se pueden destacar tres: la minería de roca dura en la que se crean túneles a gran profundidad, las minas a cielo abierto donde se recogen toneladas de material y la minería aluvial en la que se recogen los diamantes arrastrados por las lluvias.
Principales usos
Según el peso, el color, la talla y la pureza, el diamante tiene una calidad u otra. En cualquier caso, su rareza como mineral lo convierte en una piedra preciosa muy valorada en el mundo de la joyería de alto nivel y de las subastas de objetos de lujo. Su elevado valor económico hace que esta gema se adquiera no solamente como adorno sino también como una inversión.
Al margen de la joyería, el diamante tiene otros usos industriales. Se emplea como herramienta de corte para el grabado de algunos metales, en el mundo de la computación como elemento semiconductor de los materiales y algunos altavoces los incorporan para mejorar la calidad del sonido. En el ámbito de la medicina también se utilizan en algunos aparatos láser o de rayos X. En cualquier caso, sus características minerales lo convierten en un material muy apreciado, pues es muy resistente al paso del tiempo.
Un diamante en bruto
La expresión coloquial «ser un diamante en bruto» puede referirse a las personas o los proyectos que tienen un gran potencial. Un joven de 13 años que juega al fútbol de manera excepcional puede ser considerado todo un diamante en bruto. Al igual que un diamante, las personas con grandes capacidades tienen que ser «pulidos» adecuadamente.
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