La destreza es la habilidad que se tiene para realizar correctamente algo. No se trata habitualmente de una pericia innata, sino que normalmente es adquirida.
Lo más habitual es llegar a ser diestro en algo tras un largo proceso. Cuando empezamos a familiarizarnos con una cosa nueva ( pongamos por caso una herramienta tecnológica ), en un primer momento no lo hacemos con precisión. De hecho, es habitual pasar por varios niveles. Al principio, lo manejamos con cierta torpeza y paulatinamente vamos conociendo el artilugio. Finalmente, podemos alcanzar una verdadera pericia.
La repetición y la constancia son elementos clave para conseguir una auténtica destreza. Cuantas más veces repetimos una acción, más posibilidades tenemos para ser hábiles en su manejo.
Otro elemento importante es la inteligencia personal. En este sentido, cada individuo tiene un tipo de inteligencia. En ocasiones es de tipo manual, aunque puede aplicarse a cuestiones físicas o intelectuales.
La dificultad en ciertas actividades pone a prueba nuestra capacidad para realizarlas. Ciertas actividades tienen tal dificultad que representan todo un reto y para afrontarlo ponemos en marcha nuestras cualidades. Seremos diestros si somos capaces de resolver algo difícil ( un juego, un acertijo, un problema o el arreglo de un aparato ).
Hay algunas actividades y profesiones que consisten básicamente en tener una gran destreza. Es lo que sucede con los magos, quienes logran unos resultados que no tienen una explicación lógica. Lo consiguen porque emplean una técnica muy sofisticada y sobre todo con una habilidad poco común. En otros oficios también es necesario una pericia extrema: los cirujanos, los automovilistas o algunas actividades artesanales.
La destreza es la habilidad en su nivel más elevado. De manera contraria, se dice que alguien es torpe, inútil o inepto cuando no tiene la capacidad para realizar una acción con eficacia. Cuando alguien consigue una gran calidad en la ejecución de algo, se dice que es un maestro y los maestros son un referente para quienes todavía son aprendices.
La destreza es una cualidad que ha intervenido en la historia de la humanidad. Tuvieron que ser diestros los descubridores del fuego, de la rueda o los que construyeron los primeros barcos de navegación. Pero no es algo propio del pasado, pues cada día asistimos a nuevas maneras de expresar la destreza.