La contabilidad es un sistema de registro que se utiliza en diversas organizaciones como una forma de tener referencia en lo que hace a recursos económicos, flujos de caja, obligaciones de terceros y obligaciones propias. Sin la contabilidad sería imposible tener un conocimiento exacto de la situación patrimonial de un agente económico, hecho que derivaría en una deficiencia a la hora de tomar decisiones; dada esta circunstancia, es fácil entender su importancia. La contabilidad moderna justamente se desarrolló en un período en las que las operaciones comerciales comenzaban a tener una relevancia creciente, situación que hacía necesaria una evaluación correcta de las mismas.
A lo largo de la historia pueden evaluarse distintos métodos de llevar a cabo un recuento de los bienes que se tienen, recuento que busca ante todo conocer y dejar registro de una situación económica. Puede decirse que los primeros intentos en este sentido deben buscarse luego del desarrollo de la agricultura y la ganadería, momento en el que comienza a establecerse un proceso de acumulación de recursos. Recordemos que durante mucho tiempo, la humanidad fue nómade, desplazándose de un lado a la busca de alimentos que obtenía mediante la caza y la recolección. Cuando al final del neolítico se produce el desarrollo de la ganadería y la agricultura, la sociedad se torna sedentaria y comienzan a existir los grandes asentamientos humanos, las ciudades; es justamente en estos asentamientos en donde comienzan a desarrollarse distintos tipos de formas de control de lo producido, control que llevaba a un registro que debía ser exacto como para poder realizar previsiones.
No obstante, a pesar de estos registros que se hacían en la práctica, no es sino hasta la Edad Media en donde comienzan a tejerse los primeros rudimentos de lo que puede entenderse como contabilidad moderna. La misma se rige por el método de partida doble, método que establece que existen dos partidas, debe y haber, que deben estar siempre balanceadas; el principio fundamental de dicho método es justamente el hecho de que siempre para cada deudor deberá existir un acreedor y viceversa. Con el paso del tiempo este método fue perfeccionándose hasta llegar a ser la contabilidad moderna que se emplea e distintas organizaciones comerciales.
A pesar de lo expuesto, no obstante cabe señalarse que a futuro la contabilidad puede sufrir nuevos cambios, aunque por supuesto sus principios fundamentales seguirán vigentes. En efecto, los cambios en el mercado y en la sociedad harán necesarias nuevas modificaciones.